Manifestantes ecologistas marchan frente a la fábrica de Tesla en Grünheide (cerca de Berlín, Alemania) para protestar contra un proyecto de ampliación, el 11 de mayo de 2024 (AFP/JOHN MACDOUGALL)
Más de mil manifestantes ecologistas se manifestaron de nuevo el sábado contra el plan de Tesla de ampliar su fábrica de coches eléctricos instalada desde 2022 en Grünheide, a unos treinta kilómetros al sureste de Berlín, según la policía.
Acompañados de un numeroso cuerpo policial, los manifestantes, 2.000 según los organizadores, blandían pancartas con diferentes inscripciones como “por una vida mejor más allá del capitalismo”, con el dibujo de un coche Tesla en llamas, o “Grünheide dice no, gracias Tesla”.
Según un camarógrafo de la AFP presente en el lugar, al comienzo de la manifestación se produjeron pequeñas peleas entre algunos activistas y agentes de policía, pero después de unos minutos la situación se calmó.
Procedentes de un colectivo de asociaciones de protección del medio ambiente, entre ellas Extinction Rebellion, Nabu y Robin des Bois, los manifestantes iniciaron el miércoles un largo fin de semana de acciones, en particular instalando un campamento no lejos de la fábrica.
“La gente que vive aquí está perdiendo su medio de vida porque ya no tiene agua potable, la calidad del agua está empeorando”, afirmó la activista Katja Kühn, de 49 años, entrevistada por la AFP. “En general, también sabemos que no necesitamos más coches eléctricos, sino que debemos diseñar nuestra movilidad de una manera completamente diferente”, añadió.
El viernes, varios manifestantes intentaron entrar en el recinto de Tesla, pero la policía los rechazó. Un portavoz de la policía informó de heridos en ambos lados.
Desde febrero, los activistas medioambientales han protestado periódicamente contra el proyecto de ampliación de la fábrica de Tesla.
Piden seguridad del “abastecimiento de agua” y “protección climática real”, protestando contra las “falsas soluciones capitalistas” de Elon Musk.
El multimillonario americano quiere ampliar la fábrica de Grünheide en 170 hectáreas para duplicar la producción y alcanzar el millón de vehículos eléctricos al año.
Este proyecto irrita a ecologistas y residentes, que están preocupados por el bosque circundante y el nivel freático, o incluso por el aumento del tráfico rodado en la región.
Un referéndum local contó con la oposición del 60%, pero fue sólo consultivo.
Esta “Gigafábrica”, la única de Tesla en Europa, ocupa ya unas 300 hectáreas en las que trabajan unas 12.000 personas. De aquí surge el “Model Y”, el SUV insignia de Tesla para el mercado europeo.
A principios de marzo, el incendio de una torre de alta tensión reivindicado por un pequeño grupo de extrema izquierda paralizó la fábrica durante varios días.
Una semana después de este sabotaje, el jefe de Tesla, Elon Musk, vino a “apoyar” a los empleados de la fábrica y atacar a los autores del incendio, a quienes calificó de “ecoterroristas”.
