Las conclusiones del estudio de BAM y el Banco Mundial

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Para Abderrahim Bouazza, director general del Banco Al-Maghrib, “Este trabajo pudo proporcionar las primeras estimaciones del impacto de las crisis climáticas, según varios escenarios, en los balances, la solvencia y la rentabilidad de los bancos. El estudio también permitió extraer lecciones de las dificultades encontradas en términos de datos. sobre los riesgos relacionados con el clima y en términos de modelización, teniendo en cuenta la complejidad de los vínculos entre los impactos macroeconómicos, financieros y climáticos.

También explica que el trabajo en curso sobre el desarrollo de la taxonomía climática a nivel gubernamental con las partes interesadas, incluido el Banco Al-Maghrib y con el apoyo del Banco Mundial, debería contribuir a reducir la brecha de datos. Y que este ejercicio permitirá seguir evolucionando el marco regulatorio y mejorar la evaluación de los riesgos climáticos, al tiempo que se resuelven los desafíos conceptuales y técnicos encontrados.

Con más detalle, el estudio, realizado utilizando sofisticados modelos climáticos y macrofinancieros, analizó dos riesgos principales: las sequías y las inundaciones. Los resultados revelan consecuencias económicas considerables, que podrían alcanzar los 10.500 millones de dólares, dependiendo de la gravedad del evento y del escenario climático considerado. “Los modelos económicos muestran que las inundaciones extremas pueden provocar una pérdida de ~2% del PIB, mientras que la debida a las sequías sería del 3,5%”dicen Emma Dalhuijsen, especialista senior del sector financiero y Reda Aboutajdine, economista del sector financiero del Grupo del Banco Mundial.

Cabe señalar que, a diferencia de las sequías prolongadas, las inundaciones, aunque de corta duración, tienen un impacto relativamente pequeño sobre las pérdidas crediticias y el capital bancario, subrayan los dos expertos que presentaron las conclusiones del informe.

El análisis destaca la creciente amplificación de los efectos del cambio climático sobre los riesgos climáticos físicos, subrayando la urgencia de una adaptación proactiva. Más allá de los riesgos físicos, el estudio también explora los riesgos de transición que enfrenta el sector bancario, vinculados a cambios de políticas y al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

A pesar de su baja contribución a las emisiones globales (0,16%), Marruecos no es inmune a estos riesgos, especialmente porque las emisiones nacionales están aumentando. Los sectores intensivos en carbono, como la generación de energía, el transporte, la minería, la agricultura, la manufactura y los servicios públicos, son particularmente vulnerables. El impuesto al carbono en las fronteras de la Unión Europea acentúa estos riesgos para industrias como las del cemento y el aluminio, dada la importancia del comercio de Marruecos con la UE.

El estudio revela que el 24,3% del total de préstamos y el 43,6% de los créditos a empresas no financieras están vinculados a sectores sensibles a la transición, una proporción relativamente alta en comparación con otros países. Una evaluación de vulnerabilidad muestra que un impuesto al carbono de 75 dólares por tonelada de CO2 podría aumentar el riesgo crediticio del 8,4% de los préstamos comerciales, equivalente al 3,1% de los activos del sector bancario.

Si bien el impacto general del cambio climático en el sector bancario parece manejable a primera vista, las implicaciones financieras varían significativamente de un banco a otro. Esto exige una mayor vigilancia por parte de las instituciones financieras y las autoridades supervisoras.

Ante estos crecientes desafíos, el estudio propone una serie de recomendaciones de políticas destinadas a fortalecer la gestión del riesgo climático dentro del sector bancario marroquí. Estas recomendaciones se estructuran en torno a varias áreas prioritarias:

-Fortalecer las capacidades técnicas de los actores del sector bancario y de las autoridades supervisoras.

-Integración de los riesgos climáticos en el seguimiento micro y macroprudencial.

-Complemento de directivas prudenciales con medidas específicas para los riesgos climáticos.

-Mejor transparencia en torno a la dirección de la política climática de los bancos.

-Establecimiento de un examen de supervisión temático dedicado a los riesgos climáticos.

-Rellenar las lagunas de datos sobre los riesgos climáticos.

-Fortalecer el marco de financiación del riesgo climático.

La implementación efectiva de estas recomendaciones es esencial para garantizar la resiliencia del sector bancario marroquí frente a los riesgos climáticos y contribuir a una transición sostenible e inclusiva hacia una economía baja en carbono.

Por su parte, Nabil Badr, subdirector de la Dirección de Supervisión Bancaria del Bank Al-Maghrib, explica que “La segunda fase, después del estudio, consiste en una transferencia de conocimientos sobre la metodología adoptada por el Banco Mundial, para poder llegar a una tabla de riesgos específica para el sector bancario marroquí. En particular, se desarrollarán capacidades en la materia. riesgos climáticos a través de cursos de formación específicos que se lanzarán en las próximas semanas.”

En definitiva, este estudio conjunto entre las dos instituciones constituye un hito importante para comprender los riesgos climáticos que enfrenta el sector financiero marroquí. También proporciona a las autoridades y actores del sector herramientas valiosas para fortalecer la gestión de estos riesgos y contribuir a la estabilidad financiera del país en el largo plazo.


YS

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