Fuertemente establecida en Marruecos, la Inteligencia Artificial (IA) está preparada para perturbar la sociedad marroquí al impactar en varios sectores clave de la economía, esenciales para el funcionamiento del país. De hecho, la IA representa el futuro, y el Reino asumió este desafío fundando, en 2021, el Movimiento AI, un centro de investigación marroquí cofundado por OCP. Este centro, al igual que el MIT, permitirá al Reino convertirse en líder regional y continental en inteligencia artificial.
La consultora británica Oxford Insights sitúa a Marruecos en la quinta posición de África en preparación para la Inteligencia Artificial en los servicios públicos. El Reino logró sus mejores resultados en las áreas de infraestructura y datos, pero debe hacer más esfuerzos en términos de gobernanza y mejora de su sector tecnológico para promover el desarrollo de la IA. Según el informe anual “Government AI Readiness Index 2023” de Oxford Insight, con una puntuación de 43,34 sobre 100, Marruecos ocupa el puesto 88 en el mundo y el 5 en el continente, detrás de Mauricio, Egipto, Sudáfrica y Túnez.
Este estudio evalúa el nivel de integración efectiva y responsable de la IA en los servicios públicos en 193 países, basándose en 39 indicadores divididos en 10 dimensiones que cubren tres pilares: “gobierno” (visión estratégica en el desarrollo de la IA, habilidades calificadas, regulación adecuada y atención a riesgos éticos), el “sector tecnológico” y el “infraestructura y datos”.
En cuanto a infraestructuras y datos, Marruecos obtiene una puntuación de 56,79 sobre 100. Sin embargo, aún quedan esfuerzos por hacer en los sectores de “ gobierno » y el “sector tecnológico”, donde el Reino obtuvo respectivamente 37,54 y 25,69 sobre 100. En la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA), Marruecos se sitúa en el puesto 12, en una clasificación dominada por los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Omán. A nivel mundial, Estados Unidos mantiene su posición de liderazgo, seguido de Singapur, Reino Unido, Finlandia y Canadá.
La ministra delegada encargada de la Transición Digital y de la Reforma de la Administración, Ghita Mezzour, subrayó la importancia del papel de la IA, al tiempo que insistió en la necesidad de su uso y desarrollo responsable en Marruecos. La IA es esencial para el progreso, pero la ética sigue siendo igualmente crucial para la humanidad. La IA es una herramienta para articular y consolidar diferentes acciones vinculadas al sector, con la ambición de hacer del Reino un centro regional de IA con impacto en su ecosistema, a nivel estratégico, educativo e industrial. Es una palanca para anticipar y apoyar los desarrollos y transformaciones vinculados a la IA y las ciencias de datos, con el objetivo de proporcionar soluciones innovadoras, operativas, resilientes y éticas a los problemas de la sociedad, el medio ambiente, el mercado, la economía y la tecnología.
En 2021 se fundó el Centro Internacional de Inteligencia Artificial de Marruecos. Este edificio de 5.000 metros cuadrados, que evoca el MIT marroquí, está situado en las afueras de Rabat. Cofundado por OCP, el centro marroquí de IA, denominado AI Movement, representa la principal inversión del gigante de los fertilizantes en esta revolución tecnológica y constituye un proyecto pionero para el Reino. Anteriormente, OCP había invertido masivamente en educación y transición energética.
Aunque el MIT es un modelo para el Movimiento de IA, la diferencia en el presupuesto asignado a la IA para estas dos instituciones es notable: el MIT ha invertido mil millones de dólares en su facultad dedicada a la IA, mientras que el Movimiento del centro marroquí de IA sólo invirtió 1 millón de dólares.
Bajo la dirección de Amal El Fallah Seghrouchni, ex miembro del laboratorio informático CNRS-Universidad de la Sorbona (LIP6), los siete profesores-investigadores y los dieciocho estudiantes de doctorado adscritos al centro se centran en soluciones concretas a los problemas de las desigualdades, el consumo de energía y desarrollo de ciudades sostenibles.
La IA permitirá el surgimiento de un nuevo mundo donde el “aprendizaje automático”, el “aprendizaje profundo”, las “redes neuronales” y todas las nuevas tecnologías que de ellos resulten gobernarán el mundo. La generalización del uso de la IA ya no es una excepción en la actualidad. Sin embargo, esta tecnología presenta numerosos desafíos que requerirán una evolución constante de las regulaciones, en particular debido a las cuestiones éticas que plantea.
Es probable que se agraven los problemas relacionados con la regulación de los algoritmos, que sigue siendo difícil debido a la escalabilidad de la tecnología y la naturaleza confidencial y competitiva de los desarrollos.
