Cuando llueve y hay niebla, sólo el soplo del viento rompe el silencio plomizo que reina en las alturas de Popular donde viven unas cuarenta personas. En la ciudad situada a setecientos metros de altitud, habitada por una mayoría de jubilados, apenas se cumple el término “impuesto a la propiedad” (impuesto local adeudado a los propietarios o usufructuarios de una propiedad construida, NDLR), se menciona que la reacción de los contribuyentes es unánime: “¡Ha aumentado mucho!”
Y por una buena razón. Entre 2013 y 2023, el impuesto a la propiedad* aumentado por 202% en Popolasca mientras que a nivel nacional, en el mismo período, este aumento alcanzó el 32,9% en promedio, según un estudio realizado por el Observatorio Nacional del Impuesto sobre la Propiedadrevelado por El parisino.
Un salto seis veces mayor que el del resto de Francia
Un salto más que seis veces mayor al resto del hexágono que así sitúa el pueblo en la cima de los municipios franceses en los que este impuesto ha aumentado más marcadamente durante esta década.
Entre los que se encogen de hombros y los que ponen los ojos en blanco, los residentes, deseosos de mantener su anonimato, constatan este aumento, a menudo con resignación, sin saber realmente los motivos. “Pasé de un impuesto de 600 euros a 1.400 euros en dos años así que noté un aumento pero sin justificación detráscomenta un residente local. Pago más del doble que antes sin ningún cambio en la situación relacionada con la propiedad y sin que haya ninguna nueva infraestructura en el pueblo…”
“641 euros. La cantidad, la tengo en cuenta. Cuando pagamos, sabemos cuánto estamos pagando”., aún más cuando aumentaañade un jubilado, usufructuario de una propiedad construida en el pueblo. Aunque no entendamos por qué ha aumentado tanto, en cualquier caso, tenemos que pagar y así pagar…” Un eco similar de Sylvain y Madeleine Chaix, un matrimonio de jubilados de unos ochenta años, que admite: “Como jubilados, no es fácil… Y aquí, eso es casi todo lo que hay”.
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