Air France dijo en un comunicado que un Boeing 787 se vio obligado a desviarse de su rumbo para aterrizar en la capital de Nunavut poco antes del mediodía del martes. A bordo del avión viajaban unos 260 pasajeros, además de tres pilotos y nueve miembros de la tripulación.
La aerolínea dijo que se estaban realizando controles técnicos en el avión. No se proporcionó información sobre el origen del olor.
Otro avión de Air France tenía previsto volar a Iqaluit desde Montreal para recoger a los pasajeros y llevarlos a Nueva York, donde podrán tomar otro vuelo a Seattle.
“Air France lamenta las molestias causadas por esta situación y reitera que la seguridad de sus clientes y tripulaciones es su absoluta prioridad”, afirmó la compañía francesa.
Un portavoz del gobierno de Nunavut dijo que no se habían reportado daños ni heridos. Weichien Chan dijo en un correo electrónico que la organización que gobierna el aeropuerto estaba trabajando con Air France para brindar asistencia.
El aeropuerto de Iqaluit está situado cerca de la ciudad y sólo tiene una pista pavimentada.
Está incluido en los planes de vuelo como aeropuerto de desvío para muchas aerolíneas y operadores privados que viajan en rutas polares entre América del Norte, Asia y Europa, dijo Weichien Chan.
Según el gobierno, allí los desvíos por motivos técnicos o médicos se producen aproximadamente una vez cada dos o tres meses.
