El fundador de Cinar, Ronald Weinberg, aún no ha terminado de cumplir su condena por un megafraude de 120 millones de dólares, pero aún podrá tomarse unas vacaciones fuera del país para Navidad, según acaba de dictaminar la Junta de Libertad Condicional de Canadá.
“La Comisión no ha perdido de vista la gravedad de sus crímenes, que tuvieron consecuencias muy negativas para las víctimas”, se puede leer en la decisión hecha pública este viernes.
Poco después, sin embargo, la Comisión elogió todos los avances realizados por el septuagenario desde que recibió nueve años de prisión en 2016.
“Usted ha seguido comprometido con su plan penitenciario, ha cumplido las metas establecidas, ha implementado estrategias para mitigar su riesgo desde su liberación en la comunidad”, afirma el informe.
Por el bien común
Permitir que el defraudador se vaya de vacaciones fuera del país podría incluso resultar beneficioso para el público, afirma la CLCC.
Porque según ella, esto “permitirá fortalecer [ses] vínculos familiares, que contribuirán a [ses] esfuerzos para contribuir a la sociedad como ciudadano respetuoso de la ley.
Si Weinberg pudo beneficiarse de este regalo de la CLCC, no se lo había dado a sus víctimas, a las que había sangrado entre 1998 y 2000.
En aquel momento, Weinberg dirigía Cinar, una empresa emblemática de Quebec conocida, entre otras cosas, por los dibujos animados. Caillou y L’Ours Paddington. Sin embargo, había malversado 120 millones de dólares, con la ayuda de cómplices, a través de cuentas costa afuera en las bahamas.
Víctimas despojadas
Miles de pequeños inversores lo perdieron todo y algunos sufrieron graves daños psicológicos.
“Este fraude provocó la caída de Cinar y miles de inversores perdieron sus ahorros para la jubilación”, ya había señalado la CLCC. Su expediente indica que se mostró indiferente ante estos inversores.
Al final del juicio con jurado más largo en la historia de Canadá, fue declarado culpable de fraude, realización y uso de falsificaciones, así como folletos informativos falsos.
Recibió la sentencia casi máxima de nueve años de prisión, pero gracias a su buen comportamiento pudo salir de la penitenciaría después de un año y medio. Desde entonces todo parece ir bien para Weinberg.
“No hubo ningún problema importante”, señala la CLCC, aunque durante la pandemia Weinberg había recibido el Beneficio Canadiense de Respuesta a Emergencias (CERB), destinado a ayudar a las personas necesitadas debido a la crisis sanitaria.
Además de poder pasar la temporada navideña fuera del país, Weinberg todavía tiene la condición de revelar su información financiera, no administrar las carteras de otras personas y mantenerse alejado de cualquiera que haya sido criminalizado.
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