El gigante alimentario Nestlé ha anunciado la destrucción de varios lotes de botellas de Perrier que comercializa, a petición de la Dirección General de Salud (DGS). Una desaparición de 2 millones de botellas que preocupa a algunos consumidores, mientras que todavía hay referencias en el mercado.
Noticias preocupantes. El miércoles, Nestlé Waters France, filial del líder mundial de la industria alimentaria, anunció la destrucción de varios lotes de la marca Perrier procedentes de su recogida en su centro de Vergèze (Gard). Se trata de un episodio de “contaminación desde el 10 de marzo de 2024 y durante varios días por gérmenes testigos de una contaminación de origen fecal”, según la AFP.
En total, se verían afectadas 2 millones de referencias, todas destruidas antes de su comercialización. Pero hay preocupaciones entre los consumidores. ¿Las botellas de Perrier son seguras para el consumo y cómo podemos garantizar que las siguientes botellas sean seguras?
Nestlé evoca un procedimiento normal
En total, “varios lotes” de Perrier resultaron contaminados. Todos proceden del mismo sitio en la región de Occitania y nunca han salido para ser comercializados, explica Nestlé a RMC Conso. La multinacional, ya acosada por sospechas de un tratamiento no conforme de sus aguas y de la presencia de contaminantes eternos, quiere ser tranquilizadora.
“Todas las botellas puestas a disposición de nuestros clientes y consumidores se pueden consumir de forma segura y no suponen ningún riesgo para el consumidor”, nos escribe Nestlé.
Este último añade que los controles “muy regulares”, que forman parte de un procedimiento normal, permiten a menudo excluir lotes no aptos para el consumo y afectan a “toda la industria agroalimentaria”.
Fortalecimiento de los procedimientos de control y gestión
Si las botellas de Perrier que se venden en las tiendas no presentan ningún riesgo, ¿cómo podemos estar seguros de que las que se venderán próximamente serán igual de riesgosas? Interrogada sobre este punto, Nestlé anuncia planes de transformación en sus instalaciones francesas, bajo “el estricto control de las autoridades competentes”, desde el origen hasta el producto acabado.
“Estos procedimientos de calidad se basan en un dispositivo de filtración combinado con un estricto programa de limpieza del circuito de embotellado y 700 análisis diarios en nuestras instalaciones en Francia que cubren múltiples parámetros (en particular, fisicoquímicos, microbiológicos y sensoriales)”, declaró Nestlé en RMC Conso.
