Si bien puedes cargar la batería de algunos autos eléctricos al 100% sin pestañear, en otros se desaconseja encarecidamente hacerlo. Por qué ? Pues por la composición de la batería.
No todos los tipos de baterías son iguales. Todos tienen sus ventajas y desventajas y requieren tratamientos bastante diferentes. Y seguramente ya te habrás dado cuenta si has comparado varios modelos de coches eléctricos para elegir el de tus sueños: en determinados vehículos, debes evitar cargar la batería al 100%.
Pero por qué ? Pues simplemente porque algunos llevan baterías de níquel-manganeso-cobalto (NMC) y otros de níquel-cobalto-aluminio (NCA). Si bien estos tienen una gran ventaja en su densidad energética, se recargan bastante rápido y son más potentes y deportivos, tienen un gran defecto: no deben cargarse al 100% de forma regular. De hecho, envejecen más rápido que las baterías LFP (litio-hierro-fosfato), y recargarlas al 100% perjudicará aún más esta esperanza de vida, al imponer una cierta tensión a los materiales que las componen. Esto también puede generar problemas de seguridad que ya están un poco más presentes en este tipo de baterías.
Si bien las LFP no tienen las ventajas de las baterías NMC/NCA, son un poco como la “fuerza silenciosa” de las baterías, mucho más robustas, resistentes y seguras, cargarlas al 100% normalmente no representa un problema…
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