Malasia en ascenso

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La estabilidad política parece haber regresado finalmente después de que la coalición Pakatan Harapan del primer ministro Anwar Ibrahim obtuviera la victoria en las elecciones de 2022.

Durante la última década, Malasia se ha visto afectada por la inestabilidad política debido al escándalo 1MDB. El escándalo derribó al gobierno del ex primer ministro Najib Razak en las elecciones generales de 2018 y puso fin a seis décadas de gobierno del Barisan Nasional (BN), entregando el control a la oposición por primera vez desde la independencia. Después de algunos reveses y un breve regreso del BN al poder, la estabilidad política parece haber regresado finalmente, ya que la coalición Pakatan Harapan del primer ministro Anwar Ibrahim resultó vencedora en las elecciones de 2022.

Estos problemas políticos han afectado gravemente la confianza de los inversores y han obstaculizado la eficacia de las políticas gubernamentales. No sorprende que el índice de referencia KLCI haya sido uno de los que peores resultados ha tenido en Asia durante la última década, con rendimientos positivos solo dos veces en los últimos diez años. Mientras tanto, el ringgit malasio ha perdido un tercio de su valor, pasando de RM3,2 por dólar en 2014 a casi RM4,8 en abril de 2024.

Sin embargo, las cosas parecen estar mejorando para el país. El KLCI ha sido uno de los índices con mejor desempeño del año, con un alza del 14% desde principios de 2024 en términos de moneda local. El debilitamiento del dólar, impulsado por el inminente recorte de tasas de la Fed, también ha ayudado a que las monedas de los mercados emergentes se recuperen; el ringgit ha sido la moneda asiática con mejor desempeño, con un alza de más del 7% frente al dólar este año, para alcanzar los 4,25 ringgits. Esta fortaleza se debe al regreso de los inversores extranjeros a Malasia: las entradas netas extranjeras en el mercado de valores de Malasia se han vuelto positivas este año, con una entrada neta de 3 mil millones de ringgits (desde principios de 2024 hasta agosto). El mercado de OPI también ha estado activo, con 34 OPI hasta ahora, lo que lo convierte en uno de los mercados de capitales más dinámicos de Asia. Esto culminó con la reciente mega IPO de 99 Speed ​​​​Mart Retail Holdings, que recaudó RM2.36 mil millones, lo que la convirtió en la IPO más grande de Malasia en siete años y la cotización bursátil más grande del sudeste asiático para 2024.

Malasia también ha logrado atraer inversión extranjera directa en su sector de la electrónica; se ha convertido en un actor importante en el segmento de ensamblaje, prueba y empaquetado (ATP) de la cadena de suministro global de semiconductores, representando el 7% de la capacidad global de ATP. La cadena de suministro bien establecida de Malasia, su grupo de talentos, la abundancia de tierra y energía y los costos operativos asequibles la han convertido en un destino atractivo para las multinacionales que buscan diversificar sus cadenas de suministro globales. Malasia vio casi triplicarse los compromisos aprobados en su clúster eléctrico y electrónico en 2023 y esta IED continuó aumentando en el primer trimestre de este año, con inversiones que se multiplicaron por 20 año tras año hasta los 7.300 millones de dólares. El gigante multinacional Intel se ha comprometido a invertir 7.000 millones de dólares adicionales para 2032; Micron ha invertido 2.000 millones de dólares en una instalación de ensamblaje y prueba; Texas Instruments está invirtiendo 3.200 millones de dólares en dos instalaciones; mientras que Infineon está construyendo el complejo de fabricación de semiconductores de potencia de carburo de silicio más grande del mundo en Malasia a un costo de 7.000 millones de euros. El gobierno no se está durmiendo en los laureles y planea seguir desarrollando este segmento con el lanzamiento de una Estrategia Nacional de Semiconductores, respaldada por 5.300 millones de dólares en subvenciones e incentivos fiscales. El objetivo es desarrollar un grupo de empresas nacionales como parte del ecosistema general para complementar a las multinacionales, creando así a su vez demanda de empleos más cualificados y ayudando a Malasia a ascender en la cadena de valor.

El KLCI cotiza a un PER de 14x para el año fiscal 25, lo que supone una prima respecto del MXAPJ, que cotiza a 12,6x. Los tres principales componentes del índice son actualmente los bancos (42%), los servicios públicos (17,5%) y las empresas de telecomunicaciones (10%); sin embargo, se espera que esto cambie en los próximos años con el continuo crecimiento del sector de la electrónica y de las empresas relacionadas con el consumo, como 99 Speed ​​​​Mart. Así pues, las cosas parecen muy prometedoras para Malasia.

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