Semana de la moda de París
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La Semana de la Moda de París, que celebra su 50 aniversario, comienza este lunes 23 de septiembre en un contexto económico tenso para el sector, que sufre la desaceleración de los mercados chino y estadounidense.
En las primeras filas de los desfiles parisinos, el invariable retraso de media hora que precede a cada desfile permite abordar los grandes temas del momento. Esta temporada en París, además de las tendencias del prêt-à-porter femenino primavera-verano 2025, que se analizarán hasta el 1 de octubre durante 66 desfiles y un número importante de presentaciones (40 en total), las conversaciones deberían centrarse en el vals de los directores artísticos al frente de las casas y la crisis que se avecina en los grupos de lujo. Intrínsecamente ligada a la situación actual, la escala del espectáculo que se muestra en las pasarelas y la toma de riesgos creativos son un buen indicador del estado de ánimo de los grupos presentes. Y si hemos de creer las curvas moribundas de los informes semestrales, deberíamos asistir a una semana de la moda sin alboroto y cada vez más racional.
Después de la Semana de la Moda de Milán, que finalizó el domingo 22 de septiembre, donde todo el mundo hablaba de otra cosa que del futuro de Gucci (grupo Kering), que lucha por volver a ponerse de pie bajo el liderazgo de Sabato de Sarno, y del doble éxito de la casa Prada y su hermana pequeña, Miu Miu (apodo del jefe
