Cuando se lanzó el año pasado el EX30, Volvo ya había mostrado su verdadero potencial con un objetivo de 7.000 entregas al año en Francia, lo que lo convertiría en el modelo más vendido de la marca en Francia por delante de la gama “40”. En Europa, Volvo contaba con unas 30.000 ventas en 2024, pero está claro que la marca escandinava se verá rápidamente superada por los acontecimientos. No necesariamente en Francia, donde la ausencia de una bonificación en el EX30 debido a su producción en China plantea un problema en comparación con los competidores del segmento B, a veces más agresivos en términos de precios. En Francia, el EX30 va por buen camino con 4.000 entregas a finales de agosto, dentro del rango de un objetivo de 7.000 matriculaciones anuales.
Pero a nivel europeo, el EX30 es un auténtico éxito.Cuando se realizaron las primeras entregas a principios de año, el EX30 despegó rápidamente y alcanzó una meseta de alrededor de 9.000 matriculaciones al mes desde finales de marzo. En total, Volvo podría vender 100.000 EX30 en un año completo en Europa, el triple del objetivo inicial. Un problema de “ricos”.
Es urgente repatriarlo
Aunque no hay que hacer demasiadas pretensiones sobre la dinámica de ventas del EX30, el primer año es positivo para el crossover de poco más de 4,20 metros de largo. Volvo, que no parece temer la competencia interna con el EX40 a pesar de sus dimensiones similares, se encuentra en una situación inédita: pedidos que superan con creces las previsiones. Pero ya desde principios de año, Volvo parecía casi jugar a las cartas al anunciar 3.000 unidades para Francia cuando su potencial parecía superior, sobre todo gracias a su precio de 37.500 euros. Un precio excelente que no duró mucho, ya que Volvo revisó recientemente su política de precios con un precio de entrada fijado ahora en 39.100 euros.
Pero Volvo se encuentra ahora frente a un muro: el aumento de los aranceles aduaneros para los vehículos ensamblados en China e importados a Francia podría afectar al EX30. Si ya se daba por hecho que Volvo trasladaría parte de su producción a la fábrica belga de Gante para evitar estos recargos, la decisión podría acelerarse. Ya en septiembre de 2025, los EX30 europeos podrían venderse aquí, esta vez con una bonificación similar a la de sus competidores… si la bonificación todavía existe en esa fecha.
Mientras tanto, Volvo se enfrenta a problemas iniciales, como los que hemos visto en los últimos meses con el lanzamiento de nuevos vehículos eléctricos. Nuestros colegas británicos informan de numerosos problemas de software en los primeros EX30 que llevaron a los primeros clientes a devolver sus vehículos para obtener un reembolso. Se trata de problemas que no son solo inherentes a Volvo, sino que esperamos que se solucionen en los próximos meses.
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