Los paquetes perdidos se vendieron por kilos durante las dos últimas ediciones del mercado de Moulins.
En el mercado de Moulins aparecieron dos stands: “Paquetes perdidos”.
Este concepto se ha extendido desde la ley antirresiduos de 2022.
El principio: los paquetes que nunca han encontrado a su destinatario y que ya no pueden ser destruidos se venden por kilos, sin que el comprador, por supuesto, conozca de antemano su contenido.
En el mercado de Moulins, el domingo 7 de abril y el viernes 12 de abril, los dos puestos mostraban el mismo precio: 30 euros el kilo.
“Puedes tocar y observar el paquete desde todos los ángulos y entonces es una lotería”, explica Noa, una de los dos vendedores ambulantes especializados.
Algunos clientes se habrían llevado buenas sorpresas: “dispositivo de cuidados dermatológicos”, adquirido al peso por 80 euros, con un valor real de 350 euros. O incluso “un smartphone de una marca conocida, comprado por 10 euros”, asegura François, el otro vendedor. Noa admite haber abierto solo uno y haber encontrado un vestido dentro…
Estos dos vendedores no tienen previsto volver al mercado de Moulins. Noa vive “demasiado lejos, en la región de Burdeos”, y François encuentra la logística demasiado complicada: comprar los paquetes en un almacén, borrar las direcciones de los destinatarios originales, etc.
Dado el entusiasmo nacional por el concepto, otros vendedores de “paquetes sorpresa” podrían aparecer en el mercado de Moulins. Eso también será una sorpresa.
Emeric Enaud
