El Ramadán ha terminado, los profesionales de la restauración ya se frotan las manos a la espera de un renacimiento del sector de la restauración que ahora mira al futuro con un poco de optimismo, pero los profesionales del sector quieren mantener la cautela. El sector en reestructuración está reflexionando sobre las cicatrices de la pandemia de Covid-19.
Después de pasar por los desafíos del Ramadán, los catering marroquíes prevén una reanudación de sus actividades a medida que se acerca el verano, cuando numerosos eventos les permitirán consolidar su crecimiento.
La pandemia de coronavirus, el aumento de la inflación y las consecuencias de una persistente sequía han asestado duros golpes al otrora próspero sector. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, queda un rayo de esperanza gracias a la creciente demanda de ceremonias nupciales planificadas antes de la llegada de los meses de verano. El sector, que antiguamente empleaba a más de 80.000 personas en periodos normales y hasta 200.000 en temporada alta, agrupado en federación desde 2018, cuenta hoy con más de 20 entidades repartidas en 8 centros de actividad estratégicos, que ofrecen empleo a más de 5.500 empleados en todo el mundo. Más de 10 profesiones diferentes.
Sin embargo, la crisis sanitaria ha dejado huellas imborrables y ha sumido la restauración festiva en un período de dudas. Si bien algunos predijeron una recuperación rápida y sólida tras la reapertura de las fronteras y la reanudación de algunas actividades relacionadas, la realidad ha sido menos indulgente. Apenas se ha recuperado entre el 10 y el 15% de la actividad de 2019, situación tanto más alarmante cuanto que los establecimientos de restauración no han recibido ninguna ayuda estatal, a excepción de las entidades afiliadas a la CNSS.
En este difícil contexto, muchas parejas marroquíes, preocupadas por el ahorro, optan por casarse en abril, mayo o junio, evitando así los precios prohibitivos de los meses de agosto y julio, período de máxima demanda. Esta tendencia la confirman los proveedores de fiestas en varias ciudades como Casablanca, Marrakech y Agadir, que registraron un aumento significativo de los pedidos durante los últimos días del Ramadán, tras un parón estacional.
Con la celebración del Eid al-Fitr desde el miércoles, el sector alimenta la esperanza de una renovación económica. Sin embargo, las cicatrices de la crisis del coronavirus de 2020 siguen siendo palpables. Los proveedores piden un diálogo constructivo con el gobierno, buscando el reconocimiento de sus demandas y un apoyo tangible para restablecer el equilibrio en este sector vital para la economía nacional.
