Ralph Fiennes es desde hace tiempo uno de los actores más populares y aclamadospero incluso él tiene sus fallos. Conocido por sus intensas interpretaciones, Fiennes alcanzó el reconocimiento internacional en la década de 1990 con su escalofriante interpretación del criminal de guerra nazi Amon Göth en ‘La lista de Schindle’r, de Steven Spielberg, un papel que le valió una nominación al Oscar y el premio BAFTA al mejor actor de reparto. A este éxito le siguió otra nominación al Oscar por El paciente inglés, que consolidó su reputación como actor de personajes complejos y dramáticos.
Aportó una nueva energía al icónico papel de M en la franquicia de James Bond, a partir de Skyfall en 2012, y cautivó al público en la colorista The Grand Budapest Hotel de Wes Anderson como el caprichoso y pulido Gustave H. Sin embargo, a pesar de su éxito y aclamación, hubo un momento a finales de los 90 en el que Fiennes temió que su carrera se acabara.
Fiennes reveló que su carrera había tocado fondo tras el fracaso comercial y de crítica de la película satírica de acción y espionaje ‘Los Vengadores’ en 1998. Protagonizada junto a Uma Thurman y Sean Connery, Los Vengadores era una adaptación de la serie de televisión británica de culto de los años sesenta conocida por sus extravagantes aventuras de espionaje, pero la película no logró captar la misma magia, obteniendo un pésimo 5% en Rotten Tomatoes y convirtiéndose rápidamente en un desastre de taquilla.
Reflexionando sobre este periodo en una entrevista con Vanity Fair, Fiennes explicó cómo la recepción de Los Vengadores le hizo sentirse profundamente inseguro sobre su futuro como actor. “Estaba pasando por un momento un poco difícil. Había hecho un gran pavo, Los Vengadores, que fue el pavo de todos los pavos. Ni siquiera hubo estreno, ni proyecciones. Sólo dijeron ‘Estrénala y luego cierra los ojos’. Y yo estaba literalmente pensando… mi carrera ha terminado”.
Este periodo de incertidumbre resultó ser un punto de inflexión que ayudó al actor a seguir construyendo un legado lleno de interpretaciones convincentes. Desde su trabajo a principios de los años 2000 y 2010 en la serie Harry Potter como Voldemort hasta Skyfall y The Grand Budapest Hotel, Fiennes sigue siendo un testimonio de cómo un intérprete puede sobreponerse incluso a los reveses más duros y salir fortalecido.
Joaquín Gasca es experto en deportes de competición, tecnología y motor. Hace un tiempo que colgó las botas de tacos para centrarse en el pádel y el running… cosas de la edad, se queja. Pero también se apunta a cualquier bombardeo que tenga que ver con poner su cuerpo al límite, sea al volante de un Aston Martin o yendo a la oficina en patinete.
Es muy del Atlético de Madrid, así que cuando futbolistas como Marcos Llorente o Álvaro Morata han protagonizado la portada de Men’s Health, allí estaba él para escribirlas. Acaba de correr su primer maratón para Runner’s World, y como pasa en este universo, ya está buscando el siguiente para bajar de las 3 horas. Si hay que testear cualquier tipo de pala de pádel, vehículo o reloj, no pone problema. Incluso zapatillas. Lo que haga falta en equipación deportiva.
Joaquín se graduó en periodismo por la USP-CEU en 2013, pero desde 2009, cuando entró en el periódico de la Universidad, ya comenzó a ejercer de “periodista” 360 en digital y papel. Los siguientes pasos de sus casi 15 años de carrera los dio haciendo cultura y deporte en la revista Shangay, hasta que entró en Hearst una semana antes del inicio de la pandemia en 2020. También es profesor de redes sociales y nuevas tecnologías en la Universitas Senioribvs CEU y forma parte del Innovation HUB de Hearst para investigar sobre nuevas tendencias.
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