Esta noche, Arte transmite “Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruselas”, una obra maestra de Chantal Akerman votada como “mejor película de todos los tiempos” por la revista británica Sight and Sound en 2022. Una oportunidad única para descubrir este importante obra de cine.
Un retrato radical de la mujer cotidiana
Dirigida en 1975 por Chantal Akerman, Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruselas es una inmersión total en la vida cotidiana de Jeanne Dielman, una mujer viuda y madre de un adolescente, jugada con intensidad notable por Delphine Seyrig. Jeanne lleva una vida que parece monótona y regulada como un reloj: limpia, cocina, recibe clientes ocasionales y vende sus servicios para satisfacer las necesidades de su hogar.
Durante casi 3 horas y 20 minutos, la película despliega una narración lenta y simplificada, deteniéndose en cada gesto de Jeanne. La cámara, a menudo estática, capta los rituales domésticos y los microdetalles de su existencia con una precisión casi hipnótica. Pero detrás de esta fachada de aparente normalidad, la película inculca una tensión insidiosa. La repetición se vuelve asfixiante y los defectos del personaje se van revelando poco a poco, hasta un desconcertante cambio final.
Chantal Akerman, con sólo 25 años en el momento de la producción, revolucionó la forma de representar el día a día de las mujeres en el cine. A través de esta película, hace una crítica implícita a la alienación y la soledad doméstica. El espectador, colocado en la posición de un observador atento, es invitado a reconsiderar la importancia de los gestos más banales y su impacto psicológico.
¿Por qué esta película es considerada la mejor de todos los tiempos?
Aunque elogiado tras su estreno, en particular en el Festival de Cannes (presentado en la Quincena de los Realizadores), Jeanne Dielman no adquirió inmediatamente la notoriedad de la que goza hoy. Recién en diciembre de 2022 este largometraje fue votado como “mejor película de todos los tiempos” por la prestigiosa revista británica. Vista y sonido. Esta distinción es tanto más significativo que destrone obras consideradas intocables, como Ciudadano Kane o Vértigo.
Esta coronación se basa en varias razones. Por un lado, Jeanne Dielman encarna una ruptura radical con los códigos narrativos tradicionales. Su enfoque minimalista y experimental, donde la trama clásica da paso a una observación casi documental, ha influido en numerosos cineastas contemporáneoscomo Gus Van Sant, Sofia Coppola y Todd Haynes. Por otro lado, es una de las primeras películas que sitúa en el centro de su historia a una mujer corriente, cuya vida está representada con tanto detalle que se vuelve universal.
Para los críticos y cineastas que votaron, esta obra también representa un punto de inflexión feminista en la historia del cine, al dar visibilidad a las preocupaciones de las mujeres, a menudo ausentes en historias dominadas por figuras masculinas heroicas o carismáticas. Esta película muestra a una heroína cotidiana, cuyas luchas internas se ven amplificadas por la rutina opresiva que soporta.
Una obra llamativa, pero exigente
Hay que reconocer que Jeanne Dielman No es una película accesible a todo el mundo. Su extensión, ritmo lento y estética austera pueden confundir a los espectadores acostumbrados a narrativas más dinámicas. Sin embargo, es precisamente este personaje experimental lo que la convierte en una obra única. Chantal Akerman no busca entretener, sino provocar una reflexión profunda sobre el tiempo, la repetición y la condición humana.
La actuación de Delphine Seyrig es esencial para el impacto de la película. Su actuación contenida, donde cada gesto parece calculado, captura perfectamente la dicotomía entre la apariencia controlada de Jeanne y el tumulto interior que la consume. Con Jeanne DielmanSeyrig ofrece una de las interpretaciones más impactantes de su carrera, situando su nombre entre las grandes figuras del cine de autor.
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