Las heroínas de tres amigoscrónica agridulce de Emmanuel Mouret están deliciosas. Camille Cottin y Sara Forestier son emociones chispeantes. Sin embargo, es India Hair quien se roba el protagonismo en la piel de Joan, una profesora de corazón frío convencida de haber provocado la pérdida de su compañero interpretado por Vincent Macaigne y que lucha por involucrarse con un colega interpretado por Damien Bonnard.
“No sé cómo logra Emmanuel Mouret transcribir tan bien las emociones de los personajes que escribe”, confiesa India Hair a 20 minutos. A veces tengo la impresión de que se identifica con todos sus héroes a la vez, como si pusiera un poquito de sí mismo en cada uno de ellos. » El director de Crónica de un romance fugaz y de Las cosas que decimos, las cosas que hacemos cuidó especialmente a la actriz de treinta años, que también aparece en la serie de Sébastien Marnier, los niños son reyes.
Un ideal inalcanzable
Con su pelo corto y rubio, su linda sonrisa y su mirada melancólica, India Hair aporta una gran sensibilidad a la madre que interpreta entre dos amigas que parecen más realizadas que ella. “Este papel fue un verdadero regalo”, declara la actriz. Me encantó componer a esta mujer que tiene un ideal que probablemente nunca alcanzará pero que se niega a conformarse con menos. Lo encuentro increíblemente romántico”.
Joan prefiere estar sola con su pequeña hija antes que tomar el camino más fácil. Visitada por el espectro benévolo de un ex que la ama más allá de la muerte, sufre por su búsqueda de absolutos, mientras está convencida de que es peligrosa para sus seres queridos. “Sin embargo, ella causa su propia desgracia mucho más que la de los demás y no se da cuenta”, declara India Hair. Esta paradoja, esta joven increíblemente entrañable.
En completa libertad
Emmanuel Mouret dio a India Hair gran libertad para desarrollar su composición. “Nos anima a utilizar nuestras propias palabras para el diálogo, pero me gusta tanto su forma de escribir que apenas cambié nada”, confiesa. Su escritura fue una de las razones por las que quería absolutamente hacer una gira con él”. Como siempre, Emmanuel Mouret encuentra un equilibrio notable entre un lenguaje sostenido y un habla natural. Los intercambios entre amigos y las relaciones que mantienen con sus compañeros -entre ellos Grégoire Ludig, sorprendentemente contraproducente- son a veces divertidos o feroces, pero siempre justos.
Los planos secuencia se suceden para dar tiempo a los actores a desarrollarse. “A Emmanuel le gustan los actores que lo interpretan bien”, insiste India Hair. Percibe en nosotros matices de juego y emociones que nos ayuda a expresar. Creo que todos nos inspiramos, más o menos conscientemente, en su lenguaje corporal. Realmente no nos dirige pero transmite algo que nutre nuestro trabajo”. La actriz regala una preciosa paleta de colores a un personaje sufriente al que queremos acoger bajo su protección.
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