“James Bond volverá”dice la ya clásica leyenda impresa al final de los créditos de cada nueva película del agente secreto más famoso del mundo. También aparece antes de que la pantalla se ponga en blanco en el cierre de Sin tiempo para morir (No hay tiempo para morir), la última película conocida hasta el momento de 007, estrenada el 30 de noviembre de 2021.
Desde hace pocas horas esa frase dejó de ser una afirmación incuestionable para transformarse en la pregunta más inquietante para millones de fans alrededor del mundo. ¿James Bond volverá? En este momento hay razones para ser bastante pesimista al respecto. El futuro del nombre más popular a escala planetaria surgido del cine hasta la llegada de Harry Potter es una gigantesca incógnita. Pasaron 62 años y 25 películas. ¿Acaso ya fue escrita toda la historia de 007?
El destino de James Bond está en manos de dos organizaciones asociadas desde 2021 para el manejo de esa marca. Hoy permanecen enfrentadas en medio de diferencias tan irreconciliables que pueden condicionar seriamente el futuro del personaje en el cinesegún reveló una extensa nota de investigación que acaba de publicar The Wall Street Journal.
De un lado están Barbara Broccoli y su medio hermano Michael G. Wilson, hijos del legendario Albert R. Broccoli, el productor que estuvo detrás de Bond desde el primer día (la película inicial se estrenó el 5 de octubre de 1962). Son los actuales dueños de EON Productions, responsables desde hace tres décadas de custodiar la marca Bond y tomar cada decisión creativa sobre el personaje.
Del otro aparece Amazon, el gigante del comercio electrónico, que en 2021 pagó 8500 millones de dólares en la compra de Metro-Goldwyn-Mayer, un nombre de gran historia en la industria de Hollywood, y de inmediato se aseguró la gran joya de su catálogo: las 25 películas protagonizadas por James Bond entre 1962 y la actualidad, hoy disponibles en su totalidad en la plataforma de streaming de Amazon, Prime Video.
Gracias a esa misma operación, Amazon también se convirtió en dueño de la mitad de EON, pero Broccoli y Wilson se aseguraron de imponer en el acuerdo una cláusula mediante la cual el dúo mantiene el control absoluto de las decisiones creativas y el destino del personaje. Al día de hoy, Amazon está inhibida de llevar adelante cualquier nuevo proyecto oficial de 007 sin el aval explícito y la participación directa del dúo, que sigue siendo dueño de la última palabra.
El desacuerdo entre ambos no parece tener por ahora vuelta atrás. “La relación entre la familia que supervisa la marca y el gigante del comercio electrónico prácticamente se derrumbó. Esta deteriorada asociación ha echado por tierra cualquier esperanza a corto plazo de ver una película de Bond”, afirma el informe periodístico publicado este sábado en la edición digital del Wall Street Journal.
El eje de la disputa, según el diario neoyorquino, pasa nada más y nada menos que con el futuro de Bond y los alcances en el uso y el aprovechamiento de la marca. Al parecer, Amazon querría darle al popular espía británico un destino parecido al de cualquier otra figura popular surgida de la pantalla. Además de las películas se estaría pensando, por ejemplo, en posibles series en las que personajes secundarios muy familiares al universo Bond (¿Moneypenny? ¿M? ¿Q?) se convierten en protagonistas de sus propias aventuras. La idea de un aprovechamiento amplio e integral hasta podría incluir la instalación de un casino online ambientado con la temática de las películas.
Broccoli, según todos los testimonios consultados, no quiere saber nada con los algoritmos de Amazon y tampoco con la mayoría de los proyectos sobre Bond ajenos al cine. Para ella y su medio hermano, Bond pertenece a la pantalla grande y ese es el único lugar factible para cualquier aventura futura. Solo autorizaron hasta el momento, fuera del cine, el reality show 007 Rumbo al millónen el que nueve parejas compiten para ganar un millón de libras esterlinas cumpliendo desafíos inspirados en las películas bondianas. Ya hay dos temporadas completas disponibles en Prime Video.
Dice The Wall Street Journal que Broccoli viene confesando a algunos amigos que no confía para nada en Amazon. “Estas personas son jodidamente idiotas”, es la frase dicha en la intimidad que funciona como resumen de lo que piensa sobre los actuales dueños del catálogo de 007. Al parecer, los dichos llegaron a oídos de ejecutivos de Amazon y terminaron de romper los endebles puentes que sostenían hasta allí la relación entre ambas partes.
Broccoli y Wilson, de acuerdo con los más de 20 testimonios consultados por The Wall Street Journal, desconfiaron desde el principio en el acuerdo con una marca ajena al entretenimiento y a la producción de películas como primera actividad. Por eso, cuando aceptaron el acuerdo que permitió la compra de MGM (y de su valioso catálogo) por parte de Amazon, se aseguraron una suerte de derecho de veto. Se sienten custodios de una marca histórica.
La llegada de la ejecutiva Jennifer Salke a un puesto de mucha influencia y poder de decisión en los planes de Amazon para el cine y las series a través de MGM complicó todavía más las cosas. Según The Wall Street Journal, la ejecutiva representa una línea que entiende a Bond como un “contenido” abierto a distintas perspectivas y formatos. En cambio, Broccoli y Wilson creen a rajatabla que Bond se mantuvo vivo durante seis décadas porque evitó en todo momento caer en excesos o saturar al espectador con demasiadas cosas al mismo tiempo.
“Tengo que ser honesta. No creo que James Bond sea un héroe”, dijo una empleada anónima de Amazon citada en la nota de The Wall Street Journal, que menciona también reuniones en las que se habría discutido la posibilidad de que el personaje adquiera una nueva apariencia, cambiando inclusive de género, etnia y hasta de identidad sexual. Broccoli y Wilson no quieren saber nada al respecto: han dicho rotundamente que Bond jamás será mujer y que sí o sí debe ser originario de algún lugar de la mancomunidad británica (Commonwealth). No tienen, eso sí, objeciones raciales. Podemos imaginar de aquí en adelante, desde esa mirada, un Bond mestizo o de raza negra.
Todo este complejo panorama ensombrece la expectativa de revelar el nombre del sucesor de Daniel Craig en un plazo relativamente corto. Y enrarece todavía más un panorama que había cambiado hace muy poco. Antes de las revelaciones de The Wall Street Journal, una nota de The Hollywood Reporter sobre las predicciones más importantes para el mundo del espectáculo en 2025 anunció sin vueltas que Josh O’Connor iba a ser el nuevo James Bond, el séptimo en la historia del personaje después de Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Craig.
Ese vaticinio sobre O’Connor dio por tierra definitivamente un rumor que se sostuvo este año durante varios meses y adquirió dudosa certeza en las páginas del diario británico The Sun, modelo de la prensa amarilla en su país. En marzo pasado, ese medio especializado en noticias policiales sensacionalistas aseguró que el elegido por el tándem Broccoli-Wilson había sido Aaron Taylor-Johnson, uno de los actores de moda, protagonista de Kraven el cazador y figura clave de la nueva versión de Nosferatuestreno del 2 de enero en los cines argentinos.
Conocemos en nuestro país a O’Connor, de 34 años (la misma edad de Taylor-Johnson), sobre todo por haber personificado al príncipe Carlos en dos temporadas de la serie la corona. También lo vimos recientemente en Desafiantesde Luca Guadagnino, y reaparecerá en La quimerade Alice Rohrwacher, cuyo estreno en salas también se programó para el 2 de enero.
Más allá de cualquier nombre, el futuro permanece envuelto en una gigantesca incógnita. “Estamos reinventando a James Bond y eso lleva tiempo. Diría que nos faltan al menos dos años para empezar a filmar la próxima película”, había dicho Barbara Broccoli en junio de 2022. Esos plazos se extendieron y parecen haber llegado hoy a un punto muerto. Hoy, la película número 26 de James Bond no tiene guión, no tiene una posible historia detrás y mucho menos tiene un protagonista.
El Oscar honorario que Broccoli y Wilson recibieron de manos de la Academia de Hollywood el 17 de noviembre pasado tampoco sirvió de bálsamo. Muchos pensaron en ese momento que semejante reconocimiento iba a ser la excusa perfecta para anunciar el nombre del próximo James Bond. Eso no ocurrió, y más de un memorioso recordó en cambio que no estamos por primera vez frente al caso de una espera tan larga para anunciar cuál será el nuevo rostro de 007. Pasaron nada menos que seis años entre la salida de Dalton en 1989 y la llegada de Pierce Brosnan como un verdadero salvador. Ahora llevamos algo más de tres años sin novedad.
En medio de aquella larga transición entre Dalton y Brosnan se llegó a pensar y decir por primera vez que la historia de James Bond en el cine había terminado para siempre. ¿Será la actual disputa entre Broccoli y Amazon la segunda? Los fans no quieren escucharlo. Prefieren volver a una frase que tiene el poder de un talismán. Siguen confiando, como dice la leyenda escrita al final de cada película, que James Bond volverá.
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