Una escalofriante guerra civil

Una escalofriante guerra civil
Descriptive text here
-

Estamos en un futuro próximo. Estados Unidos está devastado por una guerra civil. Ellie, una experimentada reportera fotográfica (Kirsten Dunst), decide, con su colega Joel (Wagner Moura), emprender un viaje para llegar a Washington. Quieren ser los primeros en obtener una entrevista con el presidente acorralado en su fortaleza blanca. Sammy (Stephen McKinley Henderson), un viejo periodista, y Jessie (Cailee Spaeny), una fotógrafa novata, se unen al equipo. Su viaje a través de zonas de guerra será duro, difícil y, a veces, incluso surrealista.

“Civil War” está escrita y dirigida por el británico Alex Garland, cuyo primer largometraje como director, “Ex Machina”, estuvo lejos de dejarnos indiferentes. Aquí entrega su trabajo más ambicioso y logrado. También puede ser el último, ya que el cineasta de 53 años ha confirmado recientemente que ya no tiene ganas de estar detrás de una cámara durante mucho tiempo. También es la producción más generosamente dotada (casi 50 millones de dólares de presupuesto) de todos los largometrajes financiados por la empresa independiente A24. Lo que ves en la pantalla parece el doble de caro.

Para afrontar lo que, desde la llegada de un tal Trump al poder en 2016, ya no parece totalmente impensable, Alex Garland ha elegido el campo del realismo, de la plausibilidad. Sin estar exenta de secuencias de acción muy espectaculares, su película está a mil kilómetros del entretenimiento maniqueo con héroes invencibles, supervillanos y clichés a raudales. Sumerge al espectador en el corazón de un conflicto realista terriblemente difícil. Realmente no sabemos cómo escaló la situación ni qué tensiones desencadenaron la locura. Podemos adivinarlos. No se afirma nada. Se evitan trampas ideológicas.

Sólo sabemos que el actual presidente califica a los Estados rebeldes de “secesionistas” y que tiende a aludir a menudo a Dios y a los “padres fundadores”. Corresponde al espectador hacer su propio cine y tejer vínculos con situaciones existentes o que podrían haber existido.

Garland se centra más en el estudio del personaje. Su película de carretera Se ve a través de los ojos de profesionales que, por función, informan, pero no comentan. La tensión alcanza su punto máximo durante una escena escalofriante en la que el grupo se ve amenazado por un “soldado” fuertemente armado (Jesse Plemons), perfectamente consciente de su poder absoluto.

Si bien nunca cae en la rutina de lo demostrativo, Alex Garland tiene sin embargo la elegancia de no dejar al espectador en la estacada. Comienza, desarrolla y, sobre todo, concluye su historia. Habría sido demasiado fácil abandonar su mundo con una secuencia sin resolver. El final, por el contrario, es formidable por su eficacia.

Virtuosa, escalofriante, a veces irritante, en el buen sentido de la palabra, “Civil War” es la película que más nos ha impactado desde principios de año.

-

NEXT “Fall Guy”, la comedia oportuna