Qué conmovedor es este campeón del mundo. En muchos sentidos, desde la pequeña instantánea de su historia personal hasta el panorama general de la historia de su deporte y lo que su título dice sobre sus tiempos, Jorge Martín encantó una tarde de domingo que necesitaba urgentemente un poco de magia después de un Gran Premio soporífero. De hecho, es difícil culpar a los diferentes protagonistas, ya que la tensión se extendió a todos los niveles y paralizó el ranking y las iniciativas.
No hace falta haber vivido una situación como la de Jorge Martín para imaginar el estado en el que debió encontrarse el español durante las últimas vueltas que le separaban de la bandera a cuadros. Pero al verlo cruzar la meta, tercero en la carrera y por tanto campeón con 10 puntos de ventaja sobre Francesco Bagnaia, y quedar paralizado por la emoción hasta el punto de no poder levantar los brazos al cielo, él, que habitualmente es tan demostrativo En sus celebraciones comprendimos que este título significaba mucho más para él, el loco de las motos, que para cualquier otra persona en el mundo.
“Fue un proceso largo. Sufrí mucho durante mi carrera, pasé por momentos difíciles, lesiones“, recordó un poco más tarde ante el micrófono de Canal+. Y el resto de las celebraciones fueron a su imagen, expansivas, ásperas, no siempre de buen gusto, pero a quién le importa: ¿quién se enojará lo suficiente como para pedirle a un campeón del mundo que Calmarse un poco el día de su coronación. Así, le vimos romper su burbuja con grandes puñetazos, quemar neumáticos rodeado de los comisarios mientras arengaba al público y sacudir como un maldito las barreras del parque cerrado.
Pude contar con Aleix
Sobre todo lo vimos llorar, mucho. Y según admitió él mismo las lágrimas no esperaron a que la bandera a cuadros inundara su casco: “Ya estaba empezando a llorar en la última vuelta.dijo mientras se bajaba de su máquina. Ya ni siquiera podía conducir correctamente” Con el rostro descubierto, una vez que la moto se detuvo y se quitó el casco, fue aún peor cuando vio a su madre, a su familia de sangre, pero también a la adoptada de Pramac, su antiguo equipo de MotoGP, al que lo guió hasta el título por equipos el año pasado y este año a la coronación suprema, la de los pilotos.
Antes, también estuvo el largo abrazo con su mejor amigo Aleix Espargaró, cuando apenas había terminado la carrera. En el máximo acto de devoción, el piloto de Aprilia dedicó su último fin de semana de MotoGP a proteger a su amigo. El sábado le dio un empujón en la clasificación y el domingo le siguió toda la carrera desde la cuarta posición, bloqueando a todos aquellos que hubieran querido invitarse al último podio de la temporada: “Pude contar con una muy buena amiga como Aleix, tenía mucha confianza sabiendo que ella estaba detrás de mí. Gracias a él siempre me apoyó.“.
Jorge Martín celebrando su primer título mundial vestido de Terminator, 17 de noviembre de 2024
Crédito: Imágenes falsas
Sobre todo, había una despreocupación infantil en su alegría, tan contagiosa, que seguramente encontró resonancia en la memoria de muchos. Véalo disfrazarse de Terminator, de donde recibe su apodo, para romper el hielo que rodea su casco dorado de campeón del mundo con un disparo de pistola imaginario, o unos minutos más tarde esconderse detrás del cartel que muestra su nombre y título para poder blandir Más vale que fueran tantos recuerdos de la infancia y de los primeros sueños de gloria deportiva. Los cumplió y celebró como un niño. Seguramente de aquí también saca la ternura casi unánime que parece tener hacia él el paddock, cuyos miembros fueron vistos casi todos felicitándolo.
Quizás también muchos se vieron afectados por todo lo demás. Porque fue el primer piloto en la historia del equipo Pramac en ganar un Gran Premio, y deja a Paolo Campinoti, Gino Borsoï y a toda la pandilla (se unirá a Aprilia en 2025) para ofrecerles el día más feliz de su vida, profesional en lo menos. O incluso porque trabajó sobre sí mismo, corrigió sus fallos para alcanzar la excelencia y triunfar sobre quien le ganó en 2023.
jorge es mas inteligente
“Hemos intentado hacerle progresar mentalmente, en la comprensión de la moto.“, explicó Gino Borsoï, director de Pramac, a Canal+. “Jorge es más inteligente. Inmediatamente sentí que algo había cambiado en la cabeza de Jorge. En el primer Gran Premio se mostró más responsable, más maduro. Ganamos menos carreras que Pecco, pero ganamos el título.“, resumió su ingeniero de carrera Daniele Romagnoli. Atrás quedaron los días en que el fuego fatuo nunca lograba terminar sobre sus ruedas las carreras que comenzaba en la pole.
Jorge Martín en el podio del Gran Premio de Barcelona tras su primer título mundial, 17 de noviembre de 2024
Crédito: Imágenes falsas
E incluso su principal oponente, Francesco Bagnaia, se doblegó ante esta regularidad que le salió del sombrero: “Me gustaría felicitar especialmente a Jorge, ha dado un gran paso adelante desde la temporada pasada. Demostró que a veces terminar segundo es más importante que llegar al límiteEl bicampeón del mundo (2022 y 2023) también compartió esta ternura por su ex compañero de Moto3, con el que permaneció durante mucho tiempo en el podio, al fondo, para observar las celebraciones de los españoles.
Al pie del podio, también pudo verlo ennegrecer el segundo ojo de su Daruma, esta figura japonesa en la que el ritual exige pedir un deseo al dibujar el primer ojo, y que el segundo sólo se pinta cuando se dibuja. Se responde. Jorge Martín por fin ha cumplido lo suyo, y de alguna manera el de muchos soñadores que vieron a este pequeño español, de mirada corriente y la más refrescante franqueza sobre el tablero, convertirse en el mejor piloto del mundo. “J.Aún no sé si llegaré a la fiesta, pero esta noche voy a beber mucho.“, prometió. Lejos de la imagen a veces divina construida alrededor de los prodigios, es efectivamente un hombre, quizás el más humano del paddock, quien se ha unido a las estrellas.
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