La trayectoria de Othman Nasrou, nacido en Casablanca (Marruecos) en 1987, es única en el panorama político. Tras cursar sus estudios en el instituto Sainte-Geneviève de Versalles (Yvelines), fue aceptado en la HEC, donde se graduó en 2012, año en el que obtuvo la nacionalidad francesa.
televisores
Su ascenso político fue rápido. En 2014, encabezó una lista conjunta de derecha y centro en las elecciones municipales de Trappes (Yvelines), donde fracasó pero obtuvo buenos resultados. Fue descubierto por Valérie Pécresse, quien lo nombró su portavoz para las elecciones regionales de 2015. Fue sucesivamente consejero regional y vicepresidente (hoy encargado de la juventud y de “la promesa republicana”).
Este hombre de sonrisa generosa, habitual de los platós de televisión y descrito incluso por sus adversarios como un personaje simpático, poco a poco se va haciendo conocido por el gran público.
A sus 37 años, el franco-marroquí asume por primera vez un cargo gubernamental en su joven carrera, particularmente expuesta a la sensibilidad de la cuestión laica y, más aún, del lugar del Islam. Desde su debut en la política, Othman Nasrou ha mantenido una línea muy firme en lo que respecta a la amenaza islamista y al repliegue comunitario.
Carta de la laicidad
En 2020 se presentó por segunda vez a las elecciones municipales de Trappes, donde llevó a cabo una campaña muy dura contra su oponente Ali Rabeh, al que acusó de favoritismo hacia las asociaciones musulmanas de la ciudad. Tras su segundo fracaso, presentó un recurso ante el tribunal administrativo de Versalles, que fue rechazado en 2022.
En 2018, el juez administrativo sancionó una carta de laicidad del consejo regional de Île-de-France, que él defendía y que tenía como objetivo, en el contexto de un aumento del uso del burkini (traje de baño que cubre a las mujeres), prohibir las prendas y los comportamientos proselitistas en los centros de ocio. Dando la razón a la oposición de izquierdas, el juez sancionó un texto que violaba las libertades.
Reafirmaciones de identidad
Un punto de vista compartido por el historiador Jean Baubérot. “El secularismo garantiza la igualdad de libertad de conciencia y no puede dirigirse contra el Islam”.
En el plano político, Othman Nasrou es ideológicamente cercano a Bruno Retailleau, ex líder de los senadores de LR que hereda el Ministerio del Interior, al que pertenece su Secretario de Estado. Por tanto, este dúo será el encargado de la cuestión muy sensible de regular el lugar de las religiones en Francia en un contexto de reafirmaciones identitarias.
