El real madrid ya está en otra final. Vuelve a verse las caras con el Barcelona en arabia para la final de la Supercopa de este domingo. Han pasado apenas dos meses y medio desde que los culés se impusieran por 0-4 en Liga en el Bernabéupero en ese tiempo han cambiado muchas cosas. Si bien el Barça parece recuperarse del bache por el que dinamitó toda su ventaja en Liga, no es menos cierto que los blancos son un equipo bien distinto al del último Clásico.
El Madrid ha mostrado otra cara en el final del 2024 y se ha confirmado con sus dos primeros partidos del presente año, en Copa y en la Supercopa. En este último encuentro, el once de Carlo se consolida para las finales, una vez recuperados todos los jugadores salvo los que sufren lesiones de gravedad, como es el caso de Militao y Carvajal. Courtois en la portería, Tchouaméni por delante de Asensio junto a Rüdiger, Lucas y Mendy en los laterales, Valverde y Camavinga en la sala de máquinas, Bellingham por delante, y arriba el tridente con Vinicius, Mbappé y un Rodrygo que ha vuelto a coger el tren una vez superados sus problemas musculares. Tomen nota de este equipo porque se va a repetir en las grandes citas salvo cambios obligados.
La segunda línea tendrá que esperar
Ancelotti tiene en la recámara a varias piezas en caso de relevo bien por rotación y descanso. Uno de ellos es Luka Modricque fue descartado para las semifinales por un proceso gripal pero que parece que con la vuelta de Camavinga se queda sin sitio en la medular aunque su papel sigue siendo crucial para Carletto. El segundo es Ceballosque también ha ganado vuelo peor no el suficiente para colarse en el once de las finales. Para la parte de arriba, brahim es el primer revulsivo y después Güler, que también puede aportar pero es una apuesta más a largo plazo. Atrás, las alternativas son Asencio y puede sumarse Alaba si responde tras un largo tiempo de inactividad.
Tras el partido ante el Real Madrid, aficionados y familiares del Mallorca sufrieron el acoso de seguidores saudíes que también fueron al partido.
Muchas pruebas para volver al 4-3-3
A Ancelotti le ha costado esta temporada dar con la tecla. Con la marcha de Kroos y la llegada de Mbappé, ha tenido que hacer muchas pruebas, también en parte obligado por las lesiones. Un 4-4-2 con Bellingham en la media punta tomó forma, pero el regreso de Rodrygo ha obligado a Carletto a un nuevo plan para hacer jugar a los cuatro magníficos sin que el equipo pierda el equilibrio. Así que el entrenador ha pasado de nuevo a su 4-3-3 aunque con algunas obligaciones, sobre todo para Rodrygo, que juega por la derecha aunque muchas veces como otro centrocampista más, y retrasando a Valverde para jugar al lado de Camavinga, y así poder liberar más a Bellingham por el medio y no ya tanto tirado a banda. El pulmón del francés y el del uruguayo son claves para sostener esta idea sin fisuras. El dibujo condena a Tchouaméni a jugar de central.
El entrenador del Madrid ha resuelto con este esquema con matices casi todos sus problemas. El principal, el del propio Bellingham, que comenzó esta campaña eclipsado por el tridente y sus obligaciones defensivas. Más liberado, el inglés está intratable y su racha es ya de las mejores de todas las ligas europeas. En la carrera que inició el ex del Borussia Dortmund dos meses atrás, ya suma nueve goles en los últimos diez partidos. Tan sólo se ha quedado sin marcar ante el Sevilla. Inició la racha ante Osasuna (no marcaba con el Real Madrid desde la temporada pasada, sí lo había hecho con Inglaterra) y no parece tener fin. Liga, Champions y Copa Intercontinental. Y la gran mayoría de los tantos, decisivos o esos, como el logrado en el King Abdullah, para abrir el marcador.
Las mejores jugadas y los goles de Bellingham, de Valijent en propia puerta y de Rodrygo.
Otro Mbappé por la izquierda
Con la vuelta del tridente, Ancelotti ha aprovechado también para mover las piezas de arriba algo más que al principio. Mbappé comenzó siendo el 9 de referencia, pero ahora se le ve mucho más tiempo por el costado izquierdo que a priori era terreno para Vini. Ahora los dos se reparten esa responsabilidad de ser la referencia por el medio. Kylian participa más en el juego, se le ve más fresco y ha marcado cinco goles en los últimos siete partidos. Ya suma diez tantos en Liga.
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