Hanna Katzir, de 76 años, ex rehén de Hamás durante la masacre del 7 de octubre en Gaza, murió el 24 de diciembre a consecuencia de su cautiverio. Israel la reconoce como víctima del terrorismo, reviviendo el trauma de un ataque sin precedentes que dejó más de 1.200 muertos y 251 rehenes, de los cuales 96 siguen detenidos. El Kibbutz Nir Oz pagó un alto precio…
La muerte de Hanna Katzir, de 76 años, ex rehén de Hamás liberada en noviembre de 2023 tras la masacre del 7 de octubre en Gaza, fue anunciada este martes por las autoridades israelíes. La Sra. Katzir está oficialmente reconocida como víctima del terrorismo y su estado de salud se ha deteriorado desde su liberación después de 48 días de cautiverio.
Esta desaparición revive el trauma de un ataque sin precedentes perpetrado por Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023. Ese día, el marido de Hanna Katzir fue asesinado en su casa del kibutz Nir Oz, muy cerca de la banda de Gaza. Su hijo Elad, de 47 años, capturado con ella, murió bajo custodia. Su cuerpo no fue repatriado hasta el pasado mes de abril.
El kibutz Nir Oz pagó un alto precio durante este ataque mortal, con una treintena de residentes asesinados y más de 70 personas tomadas como rehenes. Hasta la fecha, 25 de ellos siguen recluidos en Gaza y algunos han muerto durante su detención.
Un costo humano muy alto para ambos lados
Según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes, el ataque relámpago de Hamás el 7 de octubre de 2023 costó la vida a al menos 1.209 personas en Israel, la gran mayoría civiles. De las 251 personas secuestradas ese día, se cree que 96 permanecen en manos de Hamás. El ejército israelí confirmó la muerte de 34 de ellos en cautiverio.
En represalia, Israel lanzó una vasta operación militar contra la Franja de Gaza, matando a más de 45.000 palestinos, también principalmente civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás, cuyas cifras son consideradas creíbles por la ONU.
La lucha de las familias por el regreso de los rehenes
Más de un año después, las heridas están lejos de cerrarse en Israel. Las familias de los rehenes están intensificando sus acciones para lograr avances con vistas a su liberación o la repatriación de los restos.
El primer ministro Benjamín Netanyahu reafirmó el martes “el compromiso de las autoridades de hacer todo lo posible para devolver a todos nuestros rehenes a casa”, saludando la memoria de Hanna Katzir cuyo “cuerpo y alma llevó las cicatrices del horror hasta ‘su último día’.
Una masacre que cambió la situación
Para muchos analistas, el atentado del 7 de octubre de 2023 marcó un punto de inflexión en el conflicto palestino-israelí. Nunca antes Hamás se había atrevido a llevar a cabo una operación de esta escala en territorio israelí, apuntando deliberadamente a civiles.
Según fuentes de seguridad, los servicios de inteligencia evalúan que Hamás tiene ahora la capacidad de reproducir este tipo de ataques relámpago tan mortíferos. Lo suficiente como para preocupar a Israel, que se había acostumbrado desde hacía años a la amenaza de los cohetes, aunque se creía seguro detrás de su “cúpula de hierro”.
La muerte de Hanna Katzir, casi 15 meses después de su liberación, pone de relieve una vez más las secuelas físicas y psicológicas de esta tragedia nacional. Un trauma profundo y duradero para la sociedad israelí, que seguirá llorando y honrando a sus víctimas durante mucho tiempo.
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