lo esencial
Capitán del Union Saint-Jean FC, el portero Fawzi Rabyi fue uno de los grandes protagonistas de la 32ª final de la Copa de Francia este domingo contra el Mónaco, al detener dos penales. A pesar de los cuatro goles encajados, se mostró como el equipo: ilusionante.
“Anoche tuve problemas para dormir”. Esto es lo que confió Fawzy Rabyi a pocos minutos del final del partido entre Union Saint-Jean y AS Monaco de este domingo 22 de diciembre. Entonces podemos pensar fácilmente que ayer no soñaba con detener dos penales.
Sin embargo, cuando hablamos con él antes de la recepción del Versalles en la ronda anterior, bromeó diciendo que se imaginaba siendo el héroe de la tanda de penaltis. Al final, su equipo no necesitó eso para despedir al residente nacional.
Este domingo, ante las 20.000 personas que llenaron los pasillos del Estadio, se mostró fiel a sí mismo: sin presiones. “Personalmente, no tuve ningún estrés. Cuando entras al campo y escuchas a todos gritar, te da un impulso vitamínico, estás lleno de energía”.
Sin embargo, a sus 24 años, sigue siendo un hombre que, ante el ruido y el apoyo del estadio, no podía permanecer indiferente: “Es simplemente increíble. Tengo la impresión de que “había millones de personas que nos amaban, quienes estuvieron ahí para nosotros, quienes nos alentaron. Sinceramente no sabría qué más decirte, son emociones que no puedo controlar.
Dos penales parados
Pero donde sin duda más impresionó fue en sus dos paradas de penalti. El primero llega en el tiempo añadido de la primera parte. Delante de él está Breel Embolo, de 1 metro 87 de altura, casi 100 kilos de peso y 73 internacionalidades con Suiza. ¡El helvético se lanza hacia adelante y su suave disparo por la derecha es una bendición para Fawzi, que lo aprovecha!
“¿Embolo? Quería fingir mientras miraba a la izquierda para finalmente disparar a la derecha. Quería jugar conmigo pero gané”, sonríe. Esa misma sonrisa que lucía cuando tenía el balón en las manos tras controlar al atacante.
Una parada es buena, dos paradas es mejor, y cuando vuelvas del vestuario, ¡hazlo de nuevo! Esta vez es él quien hace falta a Teze tras una mala reanudación. Frente a él ya no estaba Embolo, que prefería esconderse, sino Minamino, ex del Liverpool y con 62 partidos internacionales con Japón.
El nipón se pone en marcha, el resto es historia: “Lo sabía, en su carrera vi hacia dónde iba a disparar. Además, se nota, voy a ir más lejos para buscarlo”. Suficiente para corregir su error: “Estaba demasiado feliz de haber enmendado mi error, de mantenernos con vida un poco más”. Y si no está exento de todos los reproches por el tercer gol, nada puede hacer con el último de Ilenikhena.
Pero eso no importa, al final del partido sólo sale lo positivo: “Recuerdo que hice muchas paradas, creo que hice un buen partido. Cuando tiro los penales y todos gritan mi nombre , es súper gratificante, súper gratificante”.