El accidente se produjo el 12 de enero de 1996. Denis Chatelier manipulaba un cohete de fabricación casera cuando de repente explotó, privándole de ambas manos. Decidido a recuperar su movilidad, tiene la loca esperanza de que le trasplanten nuevas manos.
Finalmente recibió una respuesta favorable del hospital Édouard-Herriot de Lyon, que accedió a intentar la operación. El doble trasplante de mano nunca se ha realizado en un ser humano. Un procedimiento quirúrgico tan inusual requiere encontrar un donante, lo cual no es fácil. Después de cuatro años de espera, suena el teléfono de Denis Chatelier: por fin se ha encontrado un donante.
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El 13 de enero de 2000, el ex pintor de casas fue atendido. La operación dura 17 horas y en ella participan nada menos que 25 personas en el quirófano, entre ellas Jean-Michel Dubernard, jefe del servicio de trasplantes, nefrología e inmunología clínica del hospital de Lyon.
Estreno mundial de un doble trasplante de mano en Lyon
La intervención fue un éxito. Pero la historia no termina ahí: para evitar el rechazo de los injertos, Denis Chatelier es seguido de cerca por un equipo multidisciplinario. Se le prescriben inmediatamente sesiones de rehabilitación y también toma inmunosupresores, un tratamiento farmacológico pesado pero imprescindible.
A partir de ahora, Denis Chatelier acude una vez al año al hospital Édouard-Herriot para un control. Después de más de 20 años en manos ajenas, el hombre de 50 años ha recuperado gran parte de su movilidad. Aunque estaba muy feliz por ello, le llevó un tiempo acostumbrarse a estos cuerpos extraños.
Por eso, además de las valoraciones médicas, el seguimiento psicológico es fundamental, porque el trasplante sigue siendo, aún hoy, un desafío importante en este ámbito.
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Juliette Burnell
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