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En el este de Ucrania, las tropas rusas continúan su avance, capturando Lozova y Krasnoye, dos pueblos estratégicos según Moscú. Estos avances fortalecen el control de Rusia sobre la región de Donetsk, en un momento en que Kiev lucha por resistir una ofensiva acelerada antes de la toma de posesión de Donald Trump.
Las tropas rusas capturaron dos nuevas aldeas en el este de Ucrania, la última ganancia territorial para Moscú, anunció el Ministerio de Defensa ruso el domingo 22 de diciembre.
Las tropas rusas “liberaron” los pueblos de Lozova, en la región de Járkov, y Krasnoye (localidad llamada Sontsivka en Ucrania) cerca de la localidad industrial de Kurakhové, en la región de Donetsk, que las fuerzas de Moscú controlan casi en su totalidad, según el ministerio.
Un sector clave para Moscú
Krasnoye está cerca del centro de recursos de Kurakhové, que Rusia casi ha rodeado y que constituye para Moscú un sector clave para el control de toda la región de Donetsk.
Rusia ha acelerado su avance hacia el este de Ucrania en los últimos meses, buscando ganar la mayor cantidad de territorio posible antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el poder en enero.
Escasez de mano de obra y municiones en Kyiv
El republicano prometió poner fin rápidamente a este conflicto que dura casi tres años, sin hacer ninguna propuesta concreta de alto el fuego o de un acuerdo de paz.
Las tropas rusas dicen que han capturado más de 190 ciudades ucranianas este año. Por el contrario, Kiev intenta hacer frente, a pesar de la escasez de mano de obra y municiones.
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