El director general de Carrefour, Alexandre Bompard, respondió este domingo a varias preguntas de los lectores de Le Parisien. Prometió la estabilización de los precios en las estanterías en 2025.
El director general de Carrefour respondió a las preguntas de los consumidores en un artículo publicado por Le Parisien este domingo 22 de diciembre. La oportunidad de cumplir varias promesas sobre las medidas previstas por el distribuidor para preservar el poder adquisitivo de los franceses.
Hay que decir que los años posteriores a la crisis sanitaria estuvieron marcados por una hiperinflación histórica. Si la inflación parece haberse vuelto casi estable desde entonces, “los precios no volverán al nivel anterior”, lamenta Alexandre Bompard, prometiendo ser “combativo”, en particular en las negociaciones en curso con los fabricantes para “obtener precios estables” a partir de 2025.
“En 2024, hemos bajado el precio de 2.500 de nuestros productos en más de un 10%. Somos la marca que ha hecho mayores reducciones”, afirma.
Marcas privadas contra la inflación
Entre los esfuerzos destacados por el director general de Carrefour, se mencionan las promociones en el periodo previo a Navidad: “es el caso del 40% de los juguetes y el 60% de nuestros chocolates”. El siguiente paso anunciado es ofrecer reducciones en frutas y verduras, productos orgánicos e incluso pescado. “Durante la crisis, los franceses se vieron obligados a dejar de comer bien”, explica.
Pero al distribuidor le gustaría generalizar estas promociones y afirma estar limitado por la normativa. En particular, la ley Descrozailles, que limita las promociones de productos de higiene y belleza desde hace más de un año. “Pido urgentemente al gobierno que ponga fin a este experimento, porque lo es”, exige Alexandre Bompard al tiempo que justifica que los franceses “se quedan sin productos esenciales como pañales, pasta de dientes [ou] cepillos de dientes”.
Anne, de 54 años y empleada estatal, lamenta con razón que “las pastillas de detergente o lavavajillas se hayan vuelto terriblemente caras”. Estos últimos comparten haber optado por marcas económicas. La oportunidad para el director general de Carrefour de argumentar que estas marcas blancas son “nuestro escudo número uno contra la inflación”.
“Nuestra propia marca representaba entonces el 20% de nuestra facturación, hoy es casi el 40%. Esto nos permite tener precios de media un 30% más bajos que los de las grandes marcas”, afirma Alexandre Bompard.
“La Ferme France no es lo suficientemente competitiva”
Wafa, autónoma de 44 años, explica que le atraen más las tiendas Leclerc y Lidl. Y con razón: E.Leclerc es, como era de esperar, la cadena de supermercados favorita de tres de cada diez franceses, muy por delante de Carrefour (12,7%) y Lidl (12,7%). Para atraer a los consumidores, Alexandre Bompard prevé ofrecer “el producto ecológico más barato del mercado” y lanzar a partir de 2025 “una nueva tarjeta de fidelidad que permitirá obtener un descuento del 10% en todas las frutas y verduras de todas nuestras tiendas”.
Todo ello centrándose lo más posible en los productos de origen francés, siempre que los precios sigan el ejemplo. “Ésta es nuestra máxima prioridad. Queremos duplicar la oferta en un radio de 50 kilómetros de la tienda”, defiende recordando el problema de los desajustes de precios. “La Ferme France no es lo suficientemente competitiva”, en particular debido a estándares o costes excesivos.
“Por un lado, tenemos agricultores que no se ganan la vida dignamente con su trabajo y, por otro, clientes que no siempre pueden permitirse comprar fresas francesas”, lamenta.
Mercosur en la ecuación
Es más probable que se encuentren ahorros entre los grandes fabricantes que compran al por mayor a los agricultores. “Danone, Lactalis, etc.”, a los que Alexandre Bompard exige más “transparencia”. Un tema que también es relevante a escala internacional con el debate en curso sobre la promulgación del acuerdo de libre comercio Mercosur.
Como grupo establecido tanto en Francia como en Brasil, Carrefour asegura que “defiende la agricultura del país” en el que está ubicado. “Quiero tranquilizar a los agricultores franceses: seguiré comprando casi el 100% de nuestra carne en Francia. Por otro lado, cuando estoy en Brasil, compro mi carne a los agricultores brasileños”, resume Alexandre Bompard.
Un punto para tranquilizar a los productores brasileños que habían anunciado un boicot por el hecho de no distribuir su carne en Francia. “Había preocupación de que no íbamos a seguir comprando carne brasileña en Brasil. Les aseguramos que este malentendido quedó atrás”, describe.
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