Por Vicente Bordenave
Publicado
11 de enero a las 6:00 a.m.,
actualizado 11 de enero a las 7:58 a.m.
NARRATIVO – Hace cinco años, el 11 de enero de 2020, falleció el primer paciente a causa de una extraña neumonía que apareció en la ciudad de Wuhan. Nadie sospecha que estamos asistiendo al inicio de una pandemia que paralizará el planeta durante más de tres años.
Enero de 2020. China prepara con gran ilusión las festividades del Año Nuevo Lunar. Se espera que millones de personas crucen el país para reunirse y celebrar mientras el país se ve afectado por una misteriosa epidemia de « neumonía atípica ». Los primeros casos se detectaron en diciembre en la ciudad de Wuhan, cerca del mercado mayorista de mariscos de Huanan, donde se amontonan muchos animales vivos. La alerta se lanzó a nivel internacional el 31 de diciembre, cuando los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Taiwán notificaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el descubrimiento de una enfermedad potencialmente peligrosa, cuyos síntomas se asemejan a los del SARS (síndrome respiratorio agudo severo) en 2003. .
El 11 de enero, las autoridades chinas anunciaron una primera muerte. Por el momento, la hipótesis de contaminación entre humanos sigue excluida. Tuvimos que esperar hasta el 20 de enero para que la OMS reconociera que lo que todavía se llama 2019-nCov (por el nuevo coronavirus de 2019), es efectivamente contagioso. En la misma línea, el virólogo chino Zhang Yongzhen hizo pública la secuencia completa del genoma, en contra del consejo de la Comisión Nacional de Salud. Este acto de desobediencia es un gesto crucial. Científicos de todo el mundo…
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