Después de más de un año de cautiverio en Gaza, Hanna Katzir, ex rehén israelí, murió tras una larga enfermedad. Su muerte plantea una vez más la cuestión de los rehenes que aún mantiene Hamás y el alto precio pagado por los civiles en este conflicto interminable…
La muerte de Hanna Katzir, ex rehén israelí secuestrada en Gaza en octubre de 2023 y liberada un mes después, reaviva las heridas aún abiertas del último conflicto en la Franja de Gaza. Esta mujer de 76 años murió tras una larga enfermedad, un año después de encontrar la libertad durante un alto el fuego entre Israel y Hamás.
Un alto precio para las familias rehenes
El kibutz Nir Oz, donde vivían Hanna Katzir y su familia, se vio especialmente afectado por el ataque sin precedentes lanzado por Hamás el 7 de octubre de 2023. Según fuentes locales, una treintena de residentes perdieron la vida allí ese día y más de 70 personas murieron. tomados como rehenes, y se cree que 25 de ellos siguen detenidos en Gaza hasta el día de hoy.
El marido de Hanna, Rami Katzir, estuvo entre los muertos en el ataque a su casa. Su hijo Elad, de 47 años, murió en cautiverio. Su cuerpo no fue repatriado a Israel hasta abril pasado para su entierro.
Un reconocimiento esperado
El reconocimiento de Hanna Katzir como víctima del terrorismo por parte de las autoridades israelíes es visto como un alivio para sus allegados. En un comunicado, el primer ministro Benjamín Netanyahu recordó el compromiso del Gobierno de “hacer todo lo posible para devolver a todos nuestros rehenes a casa”, subrayando que el cuerpo y el alma de Hanna llevaban “las cicatrices del horror hasta ‘su último día’.
Logramos traer a Hanna a casa, pero el horror de su cautiverio la marcará para siempre.
– Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí
Un conflicto que nunca termina
Más de un año después del fin de las hostilidades, la situación en la frontera entre Gaza e Israel sigue siendo muy tensa. Si en general se respeta el alto el fuego, el ejército israelí lleva a cabo periódicamente operaciones en la Franja de Gaza para intentar liberar a los rehenes todavía en manos de Hamás o desmantelar las infraestructuras de la organización considerada terrorista por el Estado hebreo.
La muerte de Hanna Katzir como resultado de su cautiverio es un recordatorio del alto precio que pagaron los civiles, a menudo atacados o atrapados en este enfrentamiento que ha durado décadas. Muchas familias israelíes y palestinas todavía hoy llevan las cicatrices de la violencia y las pérdidas sufridas en ambos lados.
¿Un rayo de esperanza para los rehenes restantes?
La muerte de Hanna Katzir también reinicia la lucha de las familias de los rehenes que aún se encuentran en Gaza. Están aumentando sus acciones para mantener la presión sobre el gobierno israelí y la comunidad internacional. Su objetivo: obtener la liberación de sus seres queridos, cueste lo que cueste.
Algunos ven esto como una oportunidad para reiniciar las negociaciones para un intercambio de prisioneros a mayor escala entre Israel y Hamás. Un escenario ya observado en el pasado pero que sigue siendo incierto en el contexto actual.
Mientras quede un solo rehén en manos de Hamás, no nos rendiremos. Es una cuestión de honor y de humanidad.
– Un portavoz del Comité de Apoyo a las Familias Rehenes
Si bien la desaparición de Hanna Katzir revive el trauma de la última guerra en Gaza, la cuestión de los rehenes y las víctimas civiles sigue pesando sobre cualquier perspectiva de una distensión duradera. Una ecuación dolorosa y compleja, como este conflicto que no deja de causar nuevas víctimas, directas o colaterales.