La pregabalina es un medicamento utilizado para tratar la epilepsia o los trastornos de ansiedad, pero a menudo se abusa de su uso como fármaco psicotrópico. Su consumo es especialmente elevado entre las personas procedentes del Magreb, lo que plantea cuestiones difíciles a los centros de asilo suizos.
Jochen Mutschler, médico jefe de Luzerner Psychiatrie AG, lleva años interesado en la pregabalina. Este psiquiatra constata un aumento continuo del consumo de este fármaco, utilizado generalmente para tratar los trastornos de ansiedad, la epilepsia y el dolor neuropático.
La pregabalina tiene un efecto calmante. Pero en dosis altas, también actúa como eufórico. Como tal, se consume frecuentemente como droga psicotrópica. Y dado su precio relativamente modesto, esta sustancia a veces se describe como una “droga de pobres”.
Por tanto, existe un mercado negro para la pregabalina, como lo demuestra un estudio realizado por Jochen Mutschler en 2024. En este contexto, el médico se puso en contacto con más de cien colegas en la Suiza alemana. Este estudio puso de relieve el elevado consumo de este producto entre las poblaciones que huyeron del Magreb.
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Efecto de retirada violenta
En los países del norte de África, el medicamento está disponible sin receta. Por ello, muchas personas del Magreb llegan a Suiza dependientes de la pregabalina. Si dejan de tomar el medicamento, aparecen fuertes síntomas de abstinencia, que pueden provocar reacciones agresivas.
Tibor Rasovszky conoce bien este riesgo. Trabaja en el centro de medicina antidrogas Arud en Zúrich, que distribuye pregabalina en el centro de asilo cantonal de Urdorf (ZH), donde se aloja a los solicitantes de asilo rechazados. Todos son hombres y casi todos son del Magreb.
La distribución tiene como objetivo prevenir los síntomas de abstinencia, explica Tibor Rasovszky. Porque esto puede tener consecuencias graves: “La retirada te vuelve muy agresivo y aumenta la presión. La gente está dispuesta a todo para obtener el producto. Pueden cometer ataques o robos”.
Para evitar este retraso en el suministro, es aconsejable una distribución controlada, añade Tibor Rasovszky. También se supone que impide que la gente obtenga pregabalina en el mercado negro. Este enfoque basado en la reducción de riesgos es valorado positivamente por el centro de asilo de Urdorf.
Se detiene la distribución en los centros federales de asilo
A nivel federal, la Secretaría de Estado de Migraciones (SEM) evalúa la situación de manera muy diferente. SEM también distribuyó pregabalina en el pasado, pero esta distribución se suspendió hace unos años. “Sólo una minoría de quienes consumen pregabalina padece realmente alguna enfermedad que se trata con esta sustancia. La mayoría simplemente tiene dependencia de ella”, explica Magdalena Rast, portavoz de la SEM.
En los centros federales, las conductas adictivas eran claramente visibles. Según los informes, algunas personas han presentado solicitudes de asilo con el único fin de poder obtener y consumir la droga. Por eso “desaconsejamos claramente la administración de pregabalina”, subraya Magdalena Rast. En cambio, a la gente se le da un producto sustituto.
Se necesitan estudios para aclarar la controversia
Desde que el SEM suspendió la distribución de pregabalina, la situación se ha calmado en los centros federales de asilo, según Magdalena Rast. Y en el centro cantonal de Urdorf la situación ahora está tranquila precisamente gracias a la distribución de este producto, se explica.
Desde el punto de vista médico, no es posible decir de manera concluyente cuál es la estrategia correcta, señala el psiquiatra Jochen Mutschler: “Necesitamos más estudios e investigaciones” para poder definir cuál es la mejor solución para resolver este problema. a escala nacional.
A la espera de un procedimiento uniforme, cada institución sigue su propio camino, con enfoques muy diferentes.
Dominik Steiner, SRF/dk
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