Los japoneses los llaman “coches Kei”. Se trata de minicoches, que pesan menos de una tonelada, se venden a precios asequibles y fueron concebidos inicialmente para permitir el desplazamiento de los hogares de las zonas rurales y periurbanas. Beneficiándose de incentivos públicos, esta categoría de vehículos está gozando de un gran éxito en el país del sol naciente, hasta el punto de representar hoy, cada vez más en la versión eléctrica, el 40% de las ventas del parque de vehículos. Solución de movilidad para el mayor número de personas, los coches Kei también han contribuido a reducir el impacto medioambiental de la carretera.
¿Por qué, entonces, no inspirarnos en este modelo japonés para alcanzar el objetivo europeo de prohibir las ventas de nuevos vehículos térmicos a partir de 2035 y hacer de esta limitación regulatoria una oportunidad para nuestros fabricantes? Esta es la sugerencia de cuatro expertos de renombre, en un documento de unas cien páginas publicado el 9 de enero por el laboratorio de ideas La Fabrique de l’industrie.
No más de 15.000€
Los economistas Bernard Jullien y Samuel Klebaner, el investigador en ciencias de la gestión Marc Alochet y el sociólogo Tomasso Pardi abogan por la creación y fabricación en Europa de una nueva “categoría de vehículos pequeños, cuyo precio no debe exceder los 15.000 €, con dimensiones, masas y servicios adaptados a su uso”. Estos expertos ponen sobre la mesa dos opciones: una incluye y la otra excluye el uso de estos vehículos en la red de autopistas.
Los autores ya han encontrado un nombre y unas siglas para estos nuevos coches: el vesa, o “Vehículos eléctricos sostenibles y asequibles”. Pero para convencer a los fabricantes de que las produzcan y animar a los usuarios a comprarlas, mientras el mercado de la electricidad está experimentando una clara desaceleración en Francia (-2,2% en 2024) y en los países vecinos, es importante, sostienen, crear un marco regulatorio y marco fiscal.
Creando una puntuación ecológica
Por ejemplo, inicialmente se trataría de tener en cuenta estos minicoches eléctricos el doble que otros vehículos en el cálculo de las normas de CO2 (las famosas normas “CAFE”), calculadas a escala de grupo, o incluso un “pool” formado por varios fabricantes, promediando las emisiones de CO2 de los coches vendidos, con todas las motorizaciones combinadas. Esto ayudaría a los fabricantes a respetar los límites de emisiones, que acaban de endurecerse y que se volverán a endurecer en 2030, y, por tanto, a evitar fuertes multas en caso de superarlos.
Los cuatro especialistas también piden la creación de“un ecoscore, basado en la huella de carbono del vehículo y de la batería” persuadir al consumidor a adoptar este tipo de vehículo. “Por último, un conjunto de incentivos fiscales y no fiscales deberían fomentar el uso de los VESA cuando constituyan el medio de transporte más relevante para los usuarios”escriben.
2,5 a 3,5 millones de minicoches al año
Estos expertos fijaron un objetivo numérico que debería permitir la reestructuración de la industria automovilística europea, mientras que la competencia de los vehículos chinos “cuya relación precio/rendimiento es mucho mejor” promete ser cada vez más dura, a pesar de la imposición de recargos a su entrada en la UE. “Vesa debería representar entre 2,5 y 3,5 millones de ventas anuales de vehículos privados a partir de 2029, o casi el 25% del mercado europeo”, ¿Avanzan?.
El desarrollo masivo de minicoches iría claramente en contra de la tendencia observada en las últimas décadas. “Entre 2010 y 2023, el vehículo eléctrico medio vendido en Europa ganó 810 kg y se convirtió en el más caro del mundo: 66.864 euros”, Tenga en cuenta los autores. Una evolución que se debe al deseo de los fabricantes de aumentar sus márgenes ofreciendo más modelos de gama alta (también en el caso de los motores térmicos), pero también a la normativa europea que impone cada vez más dispositivos de seguridad.
Coches cada vez más pesados y más caros
“El refuerzo de la carrocería, el alargamiento del espacio interior, el paragolpes delantero y el grosor del parabrisas son los factores más importantes en el aumento de peso”observan, con efectos según ellos perversos: “Este aumento también ha cambiado la percepción de los consumidores sobre la seguridad: para evitar ser aplastados o dominados por otros conductores y sus vehículos, para muchos es preferible tener al menos un vehículo. tan pesado y tan alto como el de los demás. En economía, ésta es una situación clásica (…) que implica que las decisiones individualmente óptimas son colectivamente subóptimas o incluso catastróficas.
Más allá del ejemplo japonés, la situación que prevalece en China también parece demostrar que los vehículos eléctricos pequeños, ligeros y económicos pueden funcionar bien. Este vehículo atrae en gran medida a una clase media que desea viajar más barato, en un entorno urbano congestionado.
El jefe de Renault aboga por la cooperación entre los fabricantes europeos
Mientras que en Europa los partidos extremistas aprovechan la oposición de una parte de la población al objetivo del 100% de electricidad en 2035, los cuatro especialistas creen que “Vesa ofrecería una alternativa creíble a los viejos coches usados, que hoy en día ofrecen una solución de movilidad asequible a las poblaciones de bajos ingresos o muy dependientes de los automóviles en zonas periurbanas y rurales”.
Su propuesta va más allá de lo que Transporte y Medio Ambiente defendieron en 2023. La ONG pidió entonces la producción masiva en Europa de coches eléctricos más asequibles, de unos 25.000 euros (como el Citroën ë-C3, que ahora llega al mercado). Según ella, un precio suficiente para permitir a los fabricantes obtener beneficios.
El pasado mes de marzo, el propio jefe de Renault, Luca de Meo, entonces presidente de la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles, pidió la cooperación entre los fabricantes europeos para “Desarrollar y comercializar coches y furgonetas pequeñas de bajo coste fabricados en Europa”. Sus conductores, sugiere, deberían beneficiarse de bonificaciones, reservar determinadas estaciones de carga, determinadas plazas de aparcamiento o incluso acceso a las 200 ciudades más grandes de Europa.
(1) Ligero y asequible: las claves de un coche eléctrico de éxito. www.la-fabrique.fr
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