El 30 de diciembre, los gendarmes de la sección de investigación de Rouen realizaron una gran hazaña para cerrar el año 2024 al hacerse con un cargamento de más de dos toneladas de cocaína en el puerto de Le Havre. Entre las capturas realizadas por la gendarmería y las de la aduana, el año pasado se incautaron en las instalaciones de este puerto más de once toneladas de esta droga.
El hallazgo de estas dos toneladas de coque no fue en absoluto una casualidad, sino el resultado de un intenso “análisis y control cruzado”, explica a 20 minutos una fuente cercana al caso. Las autoridades ya tenían en la mira el barco que llegaba de Pointe-à-Pitre en el que se encontraba la carga antes de ser descargada en Le Havre. “Lo que todavía no hemos visto en Francia es la técnica del ‘contenedor clon’ utilizada por los traficantes en este caso”, continúa esta fuente.
Principal puerta de entrada a la cocaína en Francia
“Se trata de un contenedor con un marcado idéntico al de un contenedor que ya figura en la carga de un barco que se va a descargar”, explica la fiscalía de El Havre. Según la gendarmería nacional, “este método de operación permite, según el principio de sustitución, retirar el contenedor “reemplazado” de la zona portuaria sin despertar sospechas”. Para nuestra fuente, la técnica más utilizada hasta ahora por los traficantes era la llamada “estafa”. Consiste en romper un contenedor de mercancías, plátanos por ejemplo, para introducir drogas antes de colocar un nuevo precinto.
Las autoridades políticas, judiciales y policiales coinciden en que el puerto de Le Havre es la principal puerta de entrada de la cocaína a Francia. “Esto no es nada nuevo y se explica fácilmente por el tamaño de este puerto, la incesante actividad que allí reina y la innumerable cantidad de contenedores que pasan por él”, asegura nuestra fuente conocedora del asunto.
Imposible cuantificar lo que pasa entre las mallas
De hecho, el gran puerto marítimo de Le Havre procesa tres millones de contenedores al año por un tonelaje que superará los 81 millones de toneladas en 2023. Así, aunque las incautaciones de drogas sean regulares, una incautación de dos toneladas de una sola vez sigue siendo excepcional. “El pasado mes de marzo, la Aduana sin duda batió el récord con una incautación de casi tres toneladas”, recuerda nuestra fuente.
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Y si las cantidades de drogas interceptadas son cada vez más importantes, hay varias razones: “Sin duda, nuestras técnicas de investigación están mejor establecidas y son más eficaces, pero debemos reconocer que la escala del tráfico está aumentando”, explica. Una escala que no se puede cuantificar: “Sabemos lo que interceptamos, pero es difícil, si no imposible, determinar lo que pasa por las grietas”, admitió nuestra fuente, añadiendo que “los traficantes son cada vez más inventivos” y que ” adaptarse rápidamente”.
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