La arriesgada apuesta de Ousmane Sonko

Ousmane Sonko anuncia una audaz reforma fiscal para transformar la economía senegalesa. Entre ampliar la base impositiva y luchar contra la evasión fiscal, la apuesta es ambiciosa, pero arriesgada.

Ante una situación económica abrumadora, el Primer Ministro senegalés, Ousmane Sonko, anunció una ambiciosa reforma fiscal durante su declaración de política general ante los diputados en Dakar. Según él, la economía del país sigue encerrada en un “modelo colonial” que limita su desarrollo. Esta reforma tiene como objetivo ampliar la base impositiva y racionalizar las exenciones en ciertos sectores, como las fábricas de cemento. ¿El objetivo principal? Incrementar la tasa de presión tributaria al 20% y garantizar una distribución más equitativa de las contribuciones.

Una lucha feroz contra la evasión fiscal

Para alcanzar estos objetivos, Ousmane Sonko se compromete a retirar a Senegal de todos los convenios bilaterales que impliquen paraísos fiscales y a renegociar los acuerdos desfavorables para el país. Esta iniciativa pretende no sólo reforzar la soberanía económica de Senegal, sino también garantizar una mejor contribución de las multinacionales, a menudo señaladas por su baja participación en la financiación pública.

Además de ampliar la base imponible, el Primer Ministro quiere actualizar la escala del impuesto sobre la renta, un proyecto que promete reducir las desigualdades. Además, también está prevista una reforma del código aduanero y una racionalización de las tasas estatales para optimizar los recursos internos.

Una visión soberana para un futuro exitoso

Más allá de la reforma fiscal, Ousmane Sonko defiende una visión más amplia, la de un Senegal soberano y competitivo de aquí a 2050. Se trata del cierre de bases militares extranjeras en el territorio y de conversaciones en curso con el BCEAO para reformar el franco CFA, símbolo de un cambio profundo en las relaciones económicas y monetarias de la región.

Si bien esta reforma genera grandes esperanzas, también plantea dudas sobre su viabilidad. La economista Seydina Oumar Seye advierte que el éxito de estas medidas requerirá esfuerzos considerables por parte de los senegaleses, en particular en términos de financiación y aceptación de nuevas cargas fiscales.