Barikissou Olaoff, comerciante beninesa y madre de cuatro hijos, se enfrenta a una pena de 10 años de prisión. Al frente de la sala penal de Tambacounda, está acusada de tráfico y contrabando internacional de drogas. Según L’Observateur, el caso, que está causando mucho revuelo, se deliberará hasta el 24 de enero, lo que deja dudas sobre su destino.
Una incautación espectacular en Kidira
Los hechos se remontan al 26 de noviembre de 2023, cuando Barikissou Olaoff fue detenido por agentes de aduanas de la brigada comercial Kidira. Este último, durante un control rutinario a un autocar matriculado EN 3842 M7de Mali, descubrió 75.000 tabletas escondidas en un baúl lateral trasero. La mercancía, con un valor de mercado estimado en 295 millones de FCFA, estaba envasada en cajas y bolsas sin etiquetas.
Análisis abrumadores
Una prueba rápida realizada sobre una muestra de los comprimidos por el laboratorio nacional de análisis de drogas de Dakar reveló la presencia de sustancias prohibidas. Según el espectrómetro FTIR ES 50las tabletas contenían:
• 36,87% opio en polvoun narcótico de nivel 2,
• 13,56% clorhidrato de morfinaun producto prohibido clasificado como narcótico de nivel 3.
Estos resultados reforzaron inmediatamente las sospechas contra el comerciante, que fue puesto bajo custodia policial.
Cambiar justificaciones
En el estrado, Barikissou Olaoff afirmó que desconocía la composición de las pastillas. Afirma que se trata de antiparasitarios llamados “Quintex”, adquiridos en Cotonú y destinados a revenderse en Dakar. Ella propone un precio de compra que oscila entre 700 y 1.000 FCFA por tableta, que revendería a 5.000 FCFA.
Sin embargo, durante la investigación, las inconsistencias en sus declaraciones sembraron dudas. Inicialmente afirmó que las pastillas eran medicamentos para el estreñimiento y las lombrices. Un registro corporal posterior reveló que algunas de las pastillas estaban escondidas debajo de su ropa y en una cavidad corporal.
La defensa pide la absolución.
Para los abogados defensores, Me Bâ y Me Ciss, el caso carece de pruebas sólidas. Según ellos, no hay pruebas irrefutables que establezcan que su cliente tuviera conocimiento del carácter ilícito de los productos que transportaba. Sostienen que Barikissou es un simple comerciante y no un traficante.
Una acusación severa
Por su parte, el fiscal Aliou Dia solicitó una pena de 10 años de prisión penal por tráfico internacional de drogas, afirmando que la prueba material es suficiente para demostrar la culpabilidad del imputado.
Una decisión esperada
El caso está ahora bajo deliberación hasta el 24 de enero. Para Barikissou Olaoff, las próximas semanas serán cruciales. Si el tribunal sigue la acusación de la fiscalía, esta comerciante, que proclama su inocencia, podría ver su vida patas arriba.
Un caso emblemático
Como señala L’Observateur, este expediente ilustra la complejidad de la lucha contra el tráfico de drogas en África occidental, donde las fronteras porosas y las redes transnacionales complican el trabajo de las autoridades. Pero también plantea la cuestión de la presunción de inocencia frente a pruebas científicas abrumadoras.
El veredicto de este caso podría marcar un punto de inflexión en la jurisprudencia local en materia de narcotráfico internacional.
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