Expulsado de la Gendarmería y enviado a prisión, el oficial Ibrahima Dramé, ex comandante del segundo escuadrón de la guardia presidencial, presenta una denuncia contra el ex Alto Comandante de la Gendarmería y Director de Justicia Militar, general Moussa Fall, así como contra otros colaboradores. Los acusa de secuestro, acoso y tortura.
Es un caso con revelaciones explosivas que parece a punto de estallar, informa L’Observateur. Un caso que podría provocar una auténtica tormenta jurídica sobre la cabeza del general Moussa Fall, ex alto comandante de la Gendarmería Nacional y director de Justicia Militar, así como sobre la del comandante de la Sección de Investigación de Ziguinchor y otros colaboradores, cuyos nombres permanecen desconocido por el momento, pero podría revelarse en el próximo procedimiento.
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Mediante escrito remitido n.º 7264 procedente del fiscal del Tribunal Superior de Dakar, de 8 de noviembre de 2024, se notificó a la comisaría del distrito de Rebeuss dos denuncias presentadas ante la fiscalía de Dakar a través de la administración penitenciaria. Estas denuncias proceden del ex comandante de la Gendarmería Ibrahima Dramé, que aún cumplía condena en la prisión de Rebeuss por conspiración contra la autoridad estatal y desacato a un comandante de la fuerza pública.
Extraído de prisión mediante solicitud n.º 00248/CPR de 21 de noviembre de 2024, el agente de Gendarmería fue interrogado en la comisaría del distrito de Rebeuss. Según L’Observateur, formuló graves acusaciones contra el general Moussa Fall y sus colaboradores, describiendo un procedimiento plagado de irregularidades que llevaron a su destitución de las filas de la Gendarmería Nacional.
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El ex oficial afirma que esta sanción administrativa se basa en acusaciones infundadas, en particular de conspiración contra la autoridad del Estado bajo el régimen del presidente Macky Sall, así como de socavación de la autoridad militar representada por el general Moussa Fall. Denuncia también un procedimiento disciplinario sesgado y plagado de irregularidades, que comprometen su defensa.
Según los escalofriantes detalles recogidos en su denuncia, Ibrahima Dramé describe las inquietantes condiciones de su arresto. La noche del 23 de febrero de 2024, habría sido detenido en un pueblo remoto de Casamance, en Mandégane (Ed.), antes de ser trasladado a Dakar. Este viaje, lejos de ser un simple traslado administrativo, habría estado marcado por abusos físicos infligidos por miembros de la Sección de Investigación de Ziguinchor, que actuaban bajo las órdenes del comandante Ndiouck, informa L’Observateur.
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Para el funcionario inhabilitado, este asunto va más allá de una simple disputa disciplinaria. Según él, pone de relieve un sistema de represión orquestado dentro de la jerarquía militar, destinado a aplastar las voces disidentes y proteger los intereses de las autoridades bajo el régimen de Macky Sall.
La historia, según la información difundida por L’Observateur, está lejos de haber revelado todos sus secretos. Las consecuencias legales podrían tener graves consecuencias para la Gendarmería Nacional y su antigua alta jerarquía.
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