En la Copa de Francia, el reparto de ingresos entre clubes amateurs y profesionales suele ser una fuente de tensión. Tradicionalmente, los clubes profesionales a veces ceden su parte para apoyar a los clubes amateurs, pero no siempre es así. Este fin de semana, el JA Drancy expresó su descontento con el FC Nantes.
Tras una dura derrota ante Canarias (4-0), Drancy se vio penalizado económicamente. El club tuvo que alquilar el estadio Bauer por 30.000 euros y pagar 16.000 euros para garantizar la seguridad. con la esperanza de compensar estos gastos mediante ingresos compartidos. Sin embargo, Nantes se fue con su parte de los ingresos.
Alain Melaye, presidente de JA Drancy, expresó su frustración: “Vamos a hacer una transferencia a los nanteses de 13.000 euros mientras el club tiene un presupuesto de varias decenas de millones de euros”declaró. Esta decisión deja a Drancy con un déficit de 40.000 euros.
Además, los incidentes provocados por los aficionados del Nantes, que quemaron una red de protección, podrían suponer costes adicionales para Drancy. Melaye subrayó su decepción: “¡Estoy decepcionado, amargado y enojado! Es una gran decepción para el fútbol amateur. »
Esta situación pone de relieve las dificultades financieras que enfrentan los clubes amateurs durante estas competiciones y la falta de solidaridad que a veces se observa entre los clubes profesionales y amateurs. Melaye criticó la actitud de los dirigentes del Nantes, considerándola contraria al espíritu del fútbol.
La cuestión del reparto de los ingresos de la Copa de Francia sigue suscitando debates, poniendo de relieve la necesidad de un diálogo entre los distintos niveles del fútbol francés para evitar futuros conflictos.
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