Presente para honrar la memoria del ilustre Presidente fallecido Léopold Sédar Senghor, el ex Ministro de Asuntos Exteriores y ex Presidente de la Asamblea Nacional Moustapha Niasse recordó algunos episodios significativos de la vida del poeta y político. Anécdotas destacadas en las que la vida de Senghor estuvo realmente amenazada.
Durante un discurso, Moustapha Niasse, ex presidente de la Asamblea Nacional y ex ministro, recordó varios momentos milagrosos en la vida de Léopold Sédar Senghor. En particular, mencionó tres incidentes en los que Senghor escapó por poco de la muerte. Hechos que testimonian, según él, la protección divina que lo acompañó durante toda su vida. El primer milagro data de 1942, cuando Senghor, entonces prisionero en un stalagnazi en Alemania, se salvó de la ejecución. Un centenar de soldados negros, procedentes de las Indias Occidentales y de África, fueron condenados a ser fusilados. El oficial nazi, al ver a Senghor leyendo un texto de Platón en griego, quedó sorprendido por esta cultura y decidió llevarlo a la oficina para interrogarlo.
Impresionado por la situación, el líder alemán logró retrasar la ejecución contactando a su estado mayor, salvando así a Senghor y sus compañeros de la desgracia. El segundo milagro se remonta a 1972, durante un vuelo a Persépolis, Irán. Mientras el avión atravesaba una tormenta, un rayo cayó sobre el avión, atravesó la cabina antes de salir por la parte trasera, causando daños en la cola del avión. A pesar de la intensidad del impacto, el avión logró estabilizarse y aterrizar sin mayores incidentes. Un acontecimiento que Niasse considera otro milagro de protección divina. El tercer milagro se produjo durante un vuelo de la Caravelle presidencial en 1974, de camino a encontrarse con el rey Hassan II de Marruecos. Después de 45 minutos de vuelo, uno de los motores del avión se apagó repentinamente, lo que provocó una caída libre de 800 metros. Sin embargo, gracias a la habilidad y suerte de los pilotos, el avión logró estabilizarse y aterrizar sin daños. Otro evento donde Senghor y los pasajeros se salvaron milagrosamente.
Moustapha Niasse concluye su discurso subrayando que estos acontecimientos atestiguan no sólo la suerte y la protección de la que se benefició Senghor, sino también la singularidad de su carrera. También mencionó el profundo vínculo fraternal entre Senghor y Aimé Césaire, de Martinica, pero también su visión de la paz internacional, en particular su papel clave en la mediación entre Israel y Egipto. Para Moustapha Niasse, Senghor fue un hombre cuyo viaje, protegido por la divinidad, marcó la historia de Senegal y del mundo.
Daouda DIOUF
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