En su último partido del año, el sábado 21 de diciembre, los Wolves dominaron claramente la parte inferior de la clasificación (36-12).
Los Villefranchois terminaron con estilo. Con motivo del último encuentro del año y del partido de ida, el domingo 21 de diciembre, los pupilos de David Collado confirmaron su buen estado de forma ganando claramente al Toulouse (36-12). Un resultado que parece una confirmación, porque su equipo ha ganado cinco de sus últimos seis partidos ligueros.
Frente al farolillo rojo del Super XIII, el Aveyronnais rápidamente tomó la delantera. Tras un preciso disparo de Pallares, Sébéa remató a córner (3º). El Toulouse reaccionó con su primer gol, que aprovechó un hueco en la defensa (13º).
Pero nada que haga dudar a Villefranche. Momentos después de un protocolo de conmoción cerebral para Martinod, Carasco, bien aportado por Ginestet, marcó en el córner (23). Y aunque Andral no convirtió en un campo muy suave y con una pelota resbaladiza, Sorensen se encargó de insistir. Marcó con fuerza al pie de los postes (26º). En otro registro, lo imitó el lateral Kempnich, tras insertarse en los tres cuartos (33º). Poco acertado en las transformaciones, Andral aumentó el marcador justo antes del descanso con un penalti.
Cuando volvieron los limones, Kempnich se arrastró rápidamente en la tierra prometida (43º). El Haut-Garonnais tuvo una salida y el pívot Cousinet marcó en buena posición (51º). Pero los Wolves no dejaron que su rival tuviera esperanzas, con un nuevo try de Sorensen casi inmediatamente (55º). La última genialidad la firmó Carasco, autor de un try en el córner tras un pase fallado del capitán Pallares (65º).
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