Como ya es costumbre en la “capital laborista”, el carbonero y su cómplice llegaron por mar este sábado 21 de diciembre. El Nive para él, el Adour para ella. El hollín no sólo estaba en el rostro polvoriento de Olentzero sino en el cielo hollín que amenazaba al partido vasco. Y tal vez desanimó a una parte del público… Pero el dúo acosó.
¿Escuchó el clamor proveniente de la explanada Roland-Barthes al comienzo de la tarde? Bajo la carpa instalada frente a la Nive, alrededor de 400 niños de colegios bilingües e ikastolas cantaron canciones en euskera en honor de Olentzero, acompañados por la música de Oihana Rock.
“carbones”
Olentzero y Mari Domingi fueron a su encuentro. Repartiron algunas de sus delicias especiales, como este singular caramelo que podríamos llamar “carbón”, o unos sorprendentes caramelos con forma de trozo de carbón.
El carbonero y su amigo recorrieron las calles de Bayona en una alegre procesión. Un viaje que les llevó hasta el Museo Vasco, ante el cual tuvieron que encender la linterna del solsticio.
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