Tras la caída del dictador sirio Bashar al-Assad, el futuro de Siria sigue siendo incierto. Cientos de franceses viven o están encarcelados allí, algunos de ellos entre los “más radicalizados” y partidarios del Estado Islámico.
El estado de la amenaza yihadista que pesa sobre Francia depende de la evolución de la situación en Siria: los servicios de seguridad nacionales han identificado cuatro riesgos principales relacionados, en particular, con la suerte de los nacionales detenidos en las cárceles kurdas.
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Varios centenares de franceses radicalizados en Siria
Los franceses presentes en Siria se encuentran principalmente en dos zonas del país. Los recluidos en prisiones y campos dirigidos por kurdos en el noreste y los que se encuentran en el noroeste. En los campos y cárceles del nordeste, las autoridades francesas cuentan “alrededor de 150 hombres y mujeres”, y otros tantos niños o más.
Estos nacionales son los “más radicalizados”, señalan los servicios. Se trata de miembros convencidos del grupo Estado Islámico (EI), que decidieron abandonar Francia para incorporarse a un territorio gestionado por una organización clasificada como terrorista y optaron por permanecer allí a pesar de su caída.
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En el noroeste, las fuentes de seguridad cuentan con unos 110 franceses. Los servicios están tratando de averiguar si estos franceses, que viven en esta zona desde hace años y que se habían retirado de las acciones violentas, se han vuelto a movilizar.
Una pequeña parte de ellos, una decena, son miembros del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), punta de lanza de la ofensiva rebelde que condujo a la caída de Bashar al-Assad. Los servicios de seguridad no pueden precisar por el momento si estos franceses lucharon con las armas en las filas del grupo durante el asalto a Damasco y la toma de otras ciudades o si siguieron el avance del HTS.
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En el grupo de Omar Diaby, alias Omar Omsen, un franco-senegalés convertido en predicador, también hay unas “cincuenta personas”. Se unió a Siria en 2013, donde se hizo cargo de una brigada yihadista formada por jóvenes franceses, la mayoría de ellos procedentes de la región de Niza como él.
Detenido por el grupo HTS en agosto de 2020, fue puesto en libertad en febrero de 2022 sin que se comunicaran los motivos de su detención. En septiembre de 2016, Estados Unidos lo calificó de “terrorista internacional”. Es objeto de una orden de arresto de la justicia francesa.
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La katiba (unidad) de Omar Diaby es un “grupo restringido” con “pocos ingresos” y está “relegada a un segundo plano” por el HTS, que no quiere combatientes internacionales, observan los servicios de inteligencia.
¿Recomposición del EI a la vista?
La otra preocupación de los servicios se refiere al futuro del EI, si las actuales agitaciones y la evolución política de Siria podrían permitirle recomponerse. El Estado Islámico y el HTS se oponen a su proyecto. La antigua rama local de Al Qaeda, que cortó sus vínculos con ella, afirma haber roto con el yihadismo, pero sigue siendo clasificada como movimiento “terrorista” por varios países occidentales, incluido Estados Unidos.
A diferencia de ISIS, HTS siempre ha estado en una agenda local, sin planificar una yihad global con acciones violentas fuera del territorio sirio. Por el momento, sigue en un discurso de normalización, señalan los servicios, que por tanto no ven en él un llamamiento a acciones violentas en el extranjero, especialmente en Europa.
El cuarto punto de vigilancia de las autoridades se refiere al impacto sobre el “movimiento endógeno” francés. ¿Volverá a ser atractiva la zona siria para los yihadistas franceses que quieran abandonar allí, como lo hicieron decenas de nacionales en 2013-2014?
La Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) explica a la AFP que está “siguiendo de cerca el impacto de la caída del régimen sirio en el atractivo de la zona para los franceses que quieran emprender la yihad”. Hasta el momento no se ha documentado ningún deseo de abandonar la zona.
Los yihadistas franceses, cuyos perfiles se han rejuvenecido mucho en los últimos años, siguen siendo “pro-EI”, recuerda una de estas fuentes. Como lo demuestran los últimos atentados y atentados planeados frustrados en Francia.
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