El Consejo de París logró finalmente aprobar este martes su presupuesto, que asciende a 11.300 millones de euros de gastos. Un presupuesto centrado en el medio ambiente, la salud y las clases medias. Entre un gobierno inestable y una deuda elevada, la oposición estaba en racha.
El Consejo de París adoptó, este martes 17 de diciembre, el presupuesto de la ciudad para 2025, en un contexto de incertidumbre sobre el proyecto de ley de finanzas y polémica sobre la deuda de la capital, que cristaliza las críticas de la oposición al mandato de Anne Hidalgo.
Este presupuesto “estable”, el último en pleno ejercicio del mandato del alcalde socialista, encargado de París desde 2014, prevé 11.300 millones de euros en gastos, de los cuales 1.700 millones en inversiones.
La deuda asciende a 9.300 millones de euros a finales de 2025, cerca de 10.000 millones de euros en 2026, lo que supondrá más del doble en 10 años el importe de la deuda de la comunidad, tanto municipal como departamental.
“Emergencia climática y apoyo a las clases medias”
Anne Hidalgo defendió un presupuesto que nos permita “actuar con ambición ante la emergencia climática” y “apoyar a las clases medias y a los más vulnerables” mediante, en particular, la producción de viviendas sociales.
Una cuarta parte del presupuesto, 2.700 millones de euros, se destina a “salud y solidaridad” (asistencia social a los niños, a las personas mayores, a la primera infancia, etc.), afirmó Paul Simondon, diputado alcalde encargado de finanzas.
Sin embargo, su ejecución exige “cautela” en un período de “gran incertidumbre”, según el alcalde, a falta de un proyecto de ley de finanzas para 2025 tras la censura del gobierno de Michel Barnier, al que acaba de suceder François Bayrou.
El ejecutivo municipal recordó que el proyecto de ley inicial de finanzas del ex Primer Ministro consistía en “tomar” 5.000 millones de euros de las autoridades locales, lo que, según sus cálculos, habría costado unos 320 euros por familia parisina.
Una oposición revivida
La presentación del presupuesto ha reavivado la polémica recurrente sobre la deuda de la ciudad, cuyo aumento está vinculado a una “mala gestión” según la oposición, y obstaculiza su capacidad inversora.
“Están optando por hipotecar el futuro de los parisinos”, denunció Delphine Bürkli (grupo Módems e Independientes), lamentando en particular los “retrasos” sufridos por el plan de las bicicletas o el plan de los árboles. “En 2025, las cargas de la deuda alcanzarán la cifra récord de 225 millones de euros, o la mitad de la suma estimada necesaria para adaptar la ciudad al cambio climático”, añadió Maud Gatel, presidenta del mismo grupo.
“El margen de maniobra financiero es demasiado reducido” corre el riesgo de “comprometer” la aplicación del plan climático 2024-2030, abordó LR Geoffroy Boulard, de Union Capitale. El primer grupo de la oposición exige una reducción del impuesto sobre la propiedad, cuyo tipo aumentó un 52% en 2023, es decir, 500 millones de euros.
“No habéis ahorrado nada, contrariamente a las promesas hechas en 2022 de un plan de 250 millones de ahorros”, criticó Rachida Dati, copresidenta del grupo Changer Paris (LR).
La ministra dimisionaria de Cultura y candidata a las elecciones municipales de 2026 criticó a su rival por “dejar un legado” de una “trayectoria presupuestaria insostenible” que “prepara a los parisinos para un nuevo aumento de impuestos”.
“Uno de los impuestos a la propiedad más moderados”
El segundo grupo de la oposición presentó un “contrapresupuesto” que permitiría, según él, lograr un ahorro de 300 millones, en particular poniendo fin a las adquisiciones preventivas de viviendas sociales y reduciendo el “estilo de vida” del Hôtel de City (53.000 agentes).
“Que pasen ante sus puertas aquellos que nos dicen que somos malos gestores”, replicó Hidalgo, recordando que la deuda pública de Francia asciende a “3 billones de euros”.
Para Pierre Madec, economista de la OFCE, sería “reduccionista” juzgar la trayectoria del alcalde saliente “con el único criterio de la deuda suscrita, pero a la luz de lo que sirvió para financiar, en la transición energética, la vivienda social, la calidad de vida de los residentes”, dijo a la AFP.
En la década de 2010, París se vio “estrangulada por el auge de las tasas de compensación entre comunidades”, que desempeñaron un papel importante en el aumento de la deuda, añade Christian Escallier, de la empresa Michel Klopfer, especializada en finanzas locales.
“Su principal error fue no aumentar los impuestos antes”, dijo a la AFP este experto, según el cual “los contribuyentes parisinos siguen pagando uno de los impuestos sobre la propiedad más moderados de las grandes ciudades de Francia”.
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