Mientras Marruecos sigue afrontando una sequía persistente, las presas agrícolas sólo han alcanzado el 28% de su capacidad de llenado, con 3.900 millones de m³ de agua. Se dedicaron 713 millones de m³ al riego de grandes superficies, lo que provocó una respuesta mixta según las regiones. Ante esta crisis, el gobierno ha puesto en marcha medidas para optimizar el uso del agua y acelerar los proyectos de desalinización, esenciales para satisfacer las crecientes necesidades de agua de riego y agua potable.
Con el inicio de la temporada agrícola aumenta la necesidad de agua para riego. Además, la persistente sequía está provocando una creciente preocupación entre los agricultores. En este contexto, el Ministro de Agricultura, Ahmed El Bouari, anunció que los embalses de las presas para uso agrícola alcanzaron 3,9 mil millones de m³, o un índice de llenado del 28%.
Además, 713 Mm³ se dedicaron específicamente a grandes superficies de regadío. Esto permitió iniciar operaciones de riego a distintos niveles en las zonas de Loukkos, Gharb, Moulouya, Tafilalet y Ouarzazate, mientras que el riego sigue siendo bajo en la zona de Tadla. El ministro precisó que el riego sigue suspendido en las zonas de Doukkala, Al Haouz y Souss-Massa, a la espera de una mejora del nivel de las reservas.
Optimismo
En algunas grandes zonas se ha observado una mejora relativa de la situación del agua gracias a las recientes lluvias. Para abordar el déficit de agua en muchas áreas, se han tomado medidas para racionalizar y optimizar el uso del agua de riego, en coordinación con las partes pertinentes. Entre estas medidas se hizo énfasis en la preservación de árboles frutales y cultivos permanentes.
Además, se han establecido autorizaciones temporales de bombeo basadas en los recursos de agua subterránea disponibles. Se trata también de controlar los niveles de agua en las presas de uso agrícola y realizar proyectos de conexión y estaciones desaladoras de agua de mar para asegurar el suministro de agua potable.
También forman parte de las medidas adoptadas la revisión de las asignaciones de agua para los programas de riego y de cultivos, en particular en la cuenca de Oum Errabiâ, y el apoyo a los agricultores en la adquisición de equipos para el riego localizado.
La desalinización como refuerzo
El ministro también habló de la implementación acelerada de proyectos de desalinización de agua de mar, con el objetivo de movilizar más de 1,7 mil millones de m³ de agua desalinizada. Esta iniciativa busca asegurar el suministro de agua para las ciudades costeras y reducir la presión sobre los recursos hídricos convencionales, al tiempo que los redirige hacia la agricultura.
Las obras de las estaciones desaladoras de Dajla, con una capacidad anual estimada de 37 millones de m³, y de Casablanca, con una capacidad de 300 millones de m³, de los cuales 50 millones están destinados al riego, han avanzado un 70%.
En los próximos meses están previstos otros proyectos, en particular en las regiones de Oriental (300 millones de m³), Tánger (150 Mm³), Rabat (300 Mm³), Oum Errabiâ y Tensift (300 Mm³ cada una), así como una nueva estación en Souss-Massa (350 Mm³, de los cuales 250 Mm³ para riego), además de estaciones de capacidad media en Guelmim, Boujdour y Tan-Tan.
Cabe señalar que la situación diaria de las presas indica que el volumen de agua el 4 de diciembre alcanzó los 4.918,91 Mm³, es decir, un índice de llenado global del 29,21%. En el mismo periodo, un año antes, la tasa de ocupación se situó en el 23,74%, lo que representa una evolución destacable de casi el 26%.
Además, la situación indica un status quo en cuanto al nivel de llenado por cuenca. Así, la de Oum Er Rbia sigue siendo la más afectada con una tasa de ocupación del 5,30%. La cuenca de Guir-Ziz Rheris presenta una tasa de llenado del 57,27%, seguida de Loukkos con un 46,87%.
Maryem Ouazzani / Inspiraciones ECO
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