Entre los aspectos más destacados que marcarán el la visita del papa el 15 de diciembrees un paso más confidencial pero altamente simbólico. Antes de dirigirse al Palacio de Congresos para cerrar la conferencia sobre la religiosidad popular en el Mediterráneo, el Soberano Pontífice se detendrá en el antiquarium, frente al baptisterio paleocristiano de San Ghjuvà.
Data de principios del siglo VI y es el único vestigio de un conjunto catedralicio cuya ubicación exacta se desconoce. Dedicado a San Juan y San Eufrasio, podría haber albergado incluso las reliquias traídas a Córcega por los obispos africanos que huían de las persecuciones vándalas del siglo V. Precisamente en este sector se encontraba la sede episcopal del obispado de Ajaccio, mencionada por primera vez en una carta del Papa Gregorio Magno del año 601.
Es allí donde la Iglesia se encontró con la antigua ciudad de Ajaccio, donde el catolicismo infundió Córcega, y sobre la memoria de los primeros cristianos donde Francisco se tomará el tiempo para reflexionar. Según nuestras informaciones, en el lugar podría instalarse una placa conmemorativa de su llegada, que sería bendecida por el obispo universal.
Recluso en la prefectura
Pero la imagen no será perfecta. Recluido tras los muros de la prefectura desde 1961, el sarcófago romano del Buen Pastor no estará en su lugar original para este momento de consagración. Descubierta en 1938 en el barrio de Saint-Jean, de donde probablemente fue importada, constituye, sin embargo, un testimonio único de los primeros tiempos de la era cristiana. Genios alados, fénix y obviamente el buen pastor: con sus motivos que hacen “la transición entre las leyendas mitológicas de la religión pagana y la ilustración de la Biblia y el Nuevo Testamento”es prueba, según los especialistas, de la “clima favorable al cristianismo que trajo al mundo antiguo la creencia en la liberación del alma y en la bienaventuranza en la eternidad celestial”.
Desde hace más de un año, el Ayuntamiento negocia su recuperación para poder restaurarlo e instalarlo en su antiquarium e inaugurar oficialmente el recinto. En diciembre de 2023 se produjo una primera reunión fallida. La maniobra, encomendada a una empresa especializada, fracasó. Sellado en concreto en su base, el sarcófago de una tonelada no se puede mover sin correr el riesgo de sufrir daños. Siguieron discusiones entre la ciudad y la prefectura, en un contexto de diferencias técnicas y temores por la integridad del edificio. El departamento de patrimonio propone un nuevo protocolo para cortar los pies de la base, pero el asunto se prolonga.
Después de largas negociaciones, la noche del 13 al 14 de noviembre se iba a realizar un nuevo operativo para no perturbar el funcionamiento de los servicios. Pero un nuevo acontecimiento cambia las cartas: la salida de Amaury de Saint-Quentin. “Nos dijeron que como había un nuevo prefecto, el operativo quedó en standby hasta que él tomara la decisión”indica una persona cercana al caso.
Según fuentes consistentes, el nuevo representante del Estado, Jérôme Filippini, habría llegado a un acuerdo de principio. “Ahora debemos esperar la validación oficial”le explicamos Corse-Matin. Una confirmación de que las prioridades vinculadas a la venida del Santo Padre han sido pospuestas para días más auspiciosos. Además, los dos restauradores que debían trabajar en el sarcófago, también clasificado como monumento histórico, ya no estarán disponibles hasta la próxima primavera, porque se encuentran en las obras de la catedral de Reims. Sin embargo, no dará la bienvenida al Papa.
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