Decidido a presentar una denuncia contra su padre tras una disputa familiar, un hombre se dirigió sin pensarlo mucho a la gendarmería más cercana a su casa, en Aumale (Sena Marítimo). Desafortunadamente para él, según -los soldados vieron llegar al hombre de 40 años en estado de ebriedad, al volante de su coche. Según la prueba de alcoholemia, que resultó positiva, el conductor tenía 1,10 miligramos de alcohol por litro de aire exhalado.
Si bien acudió como víctima, el individuo abandonó la comisaría como culpable de conducir en estado de ebriedad. Le revocaron la licencia en el acto.
Cuatro veces el límite de alcohol
Hay que decir que, dado su estado, la policía no tuvo problemas para darse cuenta de que estaba borracho. Aumentó cuatro veces el límite de alcohol permitido para conducir.
Según sus explicaciones, el hombre bebe para olvidar sus problemas y pensar en otra cosa. Ausente a la audiencia judicial, el imputado declaró, a través de su abogado, que no podía comparecer ante los jueces porque no contaba con licencia. El fiscal adjunto solicita una pena de prisión suspendida de tres meses, la cancelación de su permiso de conducir y la prohibición de conducir un vehículo que no esté equipado con un inmovilizador relacionado con el alcohol durante seis meses.
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