Turquía probó recientemente con éxito un misil balístico supersónico aire-tierra de producción local, el UAV-230, lanzado desde un dron Bayraktar Akinci, una operación que acentúa su posición en el campo de los drones armados de alta tecnología. Esta prueba, que demuestra una capacidad de ataque a una distancia de 155 kilómetros, posiciona a Ankara como un serio competidor en el mercado emergente de misiles balísticos aerotransportados (ALBM), dominado hasta ahora por Israel. Además, Marruecos, que se prepara para recibir sus primeros drones del tipo Akinci, parece seguir de cerca estos avances tecnológicos que podrían complementar sus recientes adquisiciones militares.
El 13 de noviembre, la empresa Baykar Tech publicó un vídeo en su cuenta oficial que muestra el lanzamiento de este misil desde un dron Akinci. Desarrollado por Roketsan, este misil está diseñado para neutralizar objetivos terrestres y marítimos, sistemas de defensa aérea e infraestructuras críticas, con alta precisión y variadas opciones de carga útil. Roketsan aspira a exportar masivamente esta tecnología que rivaliza con los misiles balísticos israelíes como el Rampage o el Air LORA, ya probados durante operaciones como los ataques israelíes del 26 de octubre contra objetivos sensibles en Irán.
Israel y Turquía, que ya son líderes mundiales en exportaciones de drones, ahora buscan combinar estas plataformas con armamento balístico de última generación. Marruecos, que recientemente adquirió drones Bayraktar TB2 y profundizó sus relaciones con Israel, podría ser un comprador potencial de drones y misiles Akinci como el UAV-230. Con su posición estratégica en el Mediterráneo y su necesidad de modernización militar frente a las crecientes tensiones regionales, el reino de Shereef podría beneficiarse de estos sistemas para amplificar su disuasión armada.
Un mercado estratégico y competitivo
Israel, que ya está en conversaciones con el Reino Unido para exportar sus ALBM en sustitución de los misiles Storm Shadow, destaca el coste reducido de estas armas en comparación con los misiles de crucero tradicionales. Por su parte, Turquía podría atraer clientes gracias a la velocidad superior de su UAV-230 y su integración con drones avanzados como el Bayraktar Kizilelma a reacción o el Aksungur.
Marruecos, que ya ha demostrado su interés por las tecnologías israelíes y turcas, está en una posición ideal para aprovechar esta competencia. Si bien Israel podría priorizar la compatibilidad de sus ALBM con cazas de cuarta generación como el F-16 marroquí, Turquía podría promover la autonomía y flexibilidad que ofrecen sus drones armados para misiones de ataque profundo.
Las ventajas de los misiles balísticos aerotransportados, incluida su capacidad para alcanzar objetivos rápidamente y al mismo tiempo evadir las defensas enemigas, están atrayendo un creciente interés internacional. Marruecos, aunque discreto sobre sus ambiciones en este ámbito, podría convertirse en un actor clave en esta nueva dinámica. La decisión marroquí, ya sea dirigida hacia Israel, Turquía o ambos, reflejaría un deseo de alinearse con los estándares más avanzados de la guerra moderna.
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