Hasta hace poco, Thilay (1.100 habitantes), como el resto del valle de Semoy que une Francia con Bélgica, vivía una vida tranquila. “La comuna está diseñada de tal manera que la gente está acostumbrada a vivir en el bosque”, asegura sin etiqueta la alcaldesa del pueblo, Nicole Jeannesson. Pero con el paso de los años, los cazadores y madereros ya no eran los únicos que se preocupaban por lo que sucedía en el bosque.
Una afluencia turística sin precedentes
En 2012, de las 3.613 hectáreas que abarca el bosque, 3.500 fueron clasificadas como zona Natura 2000. A partir de entonces, fue necesario iniciar trabajos para preservar la fauna y la flora propias de este sector. Luego vino el Covid y los citadinos que, una vez liberados, redescubrieron el gusto por la naturaleza. “Tuvimos que lidiar con una afluencia de turistas que nunca habíamos visto”, dice el alcalde que acababa de ser elegido en 2020. Y, en particular, la aparición de determinadas prácticas deportivas que se dispararon en los buenos tiempos de 2020 y 2021. El enduro mountain bike ha visto una afluencia de nuevos practicantes. Al igual que el trail running, el senderismo, el vivac, “e incluso el packraft-trail”, explica el alcalde. “Ahora tenemos grava”, añade Julie Bauduin, responsable del proyecto Natura 2000 para el Parque Natural Regional de las Ardenas (PNRA).
trabajar en el campo
Entonces tuvimos que “organizar” todas estas prácticas. Asegúrese de que todos puedan encontrar el camino hasta allí. “Tuvimos muchas reuniones”, recuerda Nicole Jeannesson. Era necesario convencer, argumentar, hacer aceptar concesiones y encontrar puntos comunes coherentes. Y sin que vaya en todas direcciones porque, una vez más, Thilay se encuentra en el corazón de una zona Natura 2000. “Nos acercamos al PNRA”, explica el alcalde.
“Para hacer mountain bike, por ejemplo, salíamos al campo con el club”, revela Julie Bauduin. Recorrimos juntos las rutas y esto nos permitió identificar qué se podía validar o no. Así, hemos identificado 15 rutas donde hay poco impacto. » Para la escalada, lo que había que preservar era la nidificación del halcón peregrino, una especie protegida. “Acordamos con los profesionales el período de anidación durante el cual no irían al lugar”, explica Julie Bauduin. Se apropiaron completamente del tema. El trato es que el sitio estará cerrado entre febrero y marzo. Si en marzo no hay pájaros reabrimos. Pero este año, notaron que un par de halcones anidaban en mayo. Nos avisaron y el sitio fue cerrado por el tiempo necesario. »
Una guía de buenas prácticas
Para todas las prácticas, se han validado gestos de buena conducta y se ha publicado una guía, incluso para la atención de los propietarios de terrenos. Y para información del público en general se han desarrollado paneles y especialmente apps. Todas las rutas validadas, así como los horarios de caza, están disponibles online. “Evitamos que todos se reúnan a la misma hora el domingo en el bosque”, vigila el alcalde.
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