El escritor franco-argelino Boualem Sansal recibió orden de detención tras ser interrogado por la fiscalía antiterrorista de Argel. Fue arrestado la semana pasada en circunstancias poco claras.
El destino de Boualem Sansal se oscurece. El escritor franco-argelino, detenido en Argel el 16 de noviembre, fue presentado este martes 26 de noviembre por la fiscalía antiterrorista de Argel. El hombre de 75 años recibió orden de arresto, indicó su abogado, el maître François Zimeray, en un comunicado de prensa.
Según información de la JDD, está siendo procesado por “acto terrorista o subversivo” por la justicia argelina.
Boualem Sansal “que había viajado confidencialmente a Argel, está hoy detenido en aplicación del artículo 87 bis del Código penal argelino, que castiga todos los ataques a la seguridad del Estado”, indicó su abogado.
Un discurso muy crítico del régimen argelino
Según el Código Penal argelino, el artículo 87 bis estipula que “cualquier acto dirigido contra la seguridad del Estado, la integridad territorial, la estabilidad y el normal funcionamiento de las instituciones se considera acto terrorista o sabotaje”. Sin embargo, el objeto de este procedimiento, modificado por una ley de febrero de 2014, puede designar actos muy vagos.
El autor de “2084: El fin del mundo” se mostró muy crítico con el régimen argelino, que censuró sus obras.
Según Le Monde, su detención podría deberse a unos comentarios realizados al medio Frontières, sosteniendo que el territorio marroquí fue truncado durante la colonización francesa, en beneficio del régimen argelino. Obtuvo la nacionalidad francesa este año.
Desde su detención en Argel, sus familiares y su abogado han recibido muy pocas noticias. Este último, en una entrevista con RTL, sostuvo que “algunos de sus familiares consideran que corre el riesgo de recibir una condena a cadena perpetua extremadamente larga o terminar sus días en prisión”.
“La privación de libertad de un escritor de casi 80 años a causa de sus escritos es un acto grave (…), cualesquiera que sean las injurias invocadas y las sensibilidades ofendidas”, concluyó el maître François Zimeray en su comunicado de prensa de hoy.
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