Los diputados franceses exigieron el martes 28 de noviembre la creación de una comisión parlamentaria para investigar el asesinato de decenas de fusileros el 1 de diciembre de 1944 en Thiaroye, Senegal.
Mientras Senegal se prepara para conmemorar el 80º aniversario de este trágico acontecimiento, cinco diputados franceses, entre ellos Dieynaba Diop, elegido por el Partido Socialista (PS) y originario de Senegal, presentaron el martes una propuesta de resolución transpartidista en la Asamblea Nacional. Su objetivo es arrojar luz sobre este asunto rodeado de misterio.
“Hemos presentado esta mañana a la prensa la propuesta de resolución transpartidaria que presentaremos a la Asamblea Nacional para solicitar la creación de una comisión parlamentaria de investigación sobre la masacre de Thiaroye en Senegal el 1 de diciembre de 1944”, declaró el diputado de Senegal, destacando que se trata de una “iniciativa indispensable para restaurar el honor y la dignidad de los fusileros senegaleses asesinados por el ejército francés”.
El electo francés subrayó la importancia de este enfoque para establecer la verdad, señalando que “frente a la historia colonial de nuestro país, debemos esta verdad para permitir una memoria pacífica entre Francia y Senegal, para las generaciones futuras”.
La masacre de Thiaroye sigue siendo una de las páginas más oscuras de la historia colonial francesa. Al final de la Segunda Guerra Mundial, miles de soldados africanos, agrupados bajo el nombre genérico de tirailleurs senegaleses, lucharon por Francia. Tras su desmovilización, algunos fueron agrupados en el campamento militar de Thiaroye a la espera del pago de su indemnización. Sin embargo, el 1 de diciembre de 1944, estos soldados, que exigían sus cuotas, fueron asesinados a tiros por orden de oficiales franceses. El número exacto de víctimas sigue siendo incierto hasta el día de hoy.
En una reciente declaración a Radio France Internationale (RFI), el ex presidente francés François Hollande describió por primera vez los hechos como una “masacre”. Se trata de un paso decisivo en la comunicación de una autoridad francesa de su nivel sobre este asunto que consideró una “represión sangrienta” en una declaración realizada en 2014.
“Es una masacre porque no es simplemente una represión como la que conocemos en las manifestaciones que se desbordan. Esta es una masacre con ametralladoras”, afirmó.
ODL/te/APA
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