Hace unas semanas nos reunimos con Adel Ziane, senador socialista de Seine-Saint-Denis desde 2023 y concejal municipal de Saint-Ouen (93), para discutir su carrera y su visión de la política. Desde sus inicios en Clichy-la-Garenne (92) hasta su implicación en el Senado, repasa las etapas que marcaron su carrera.
LCDL: Usted ha sido elegido recientemente senador, pero en el Senado ya se le reconoce como alguien cercano al personal. ¿Por qué es tan importante para ti saludar a todos?
Adel Ziane : Es un hábito que se remonta a mis primeras experiencias. Creo que es fundamental mantener los pies en la tierra, estés donde estés. Ya sea un guardia de seguridad o un servidor, todos tenemos un papel que desempeñar y no hay razón para no ser respetuosos con quienes nos rodean. Es parte de mi forma de ser. Algunos me dicen que les gusta ver a un senador que se parece a ellos, pero para mí es natural.
¿Cómo fue tu viaje para llegar a donde estás hoy?
Crecí en un ambiente modesto y no es casualidad que haya llegado a ser lo que soy hoy. Mi madre jugó un papel decisivo. Crió sola a sus tres hijos después de que mi padre muriera cuando yo tenía sólo siete años. Ella siempre nos decía que había que trabajar el doble para triunfar, sobre todo cuando se viene de barrios obreros. Me dio un cierto rigor, una disciplina.
A menudo hablas de meritocracia republicana. ¿Es este un principio en el que cree firmemente?
Sí, pero creo que la meritocracia no debería ser un concepto abstracto. Debe ser accesible para todos. El trabajo es lo que abre las puertas, pero el Estado también debe apoyar a quienes lo necesitan. Sin el apoyo adecuado, la meritocracia a veces puede parecer un poco inaccesible, especialmente para aquellos que no tienen las mismas oportunidades iniciales.
Tuviste una carrera bastante impresionante: Sciences Po, luego el Louvre. ¿Cómo fue educativa para usted esta experiencia en el museo?
Fue una experiencia que me enseñó mucho, especialmente sobre la gestión de una institución de gran escala. Cuando me incorporé al Louvre en 2011, era subdirectora de comunicación y luego me hice cargo de Relaciones Exteriores en 2019. Mi función era fortalecer la imagen del museo, coordinar sus relaciones con los socios institucionales, comerciales y mediáticos, mientras desarrollando sus proyectos educativos. Me dio una visión muy concreta de cómo las instituciones públicas pueden evolucionar y modernizarse.
¿Cómo ha influido su carrera política en Saint-Ouen en su visión actual de la política?
Saint-Ouen es una ciudad muy dinámica, pero que también se enfrenta a importantes desafíos. Mi compromiso allí me impulsó a trabajar en temas como el desarrollo, el urbanismo y las cuestiones sociales. El objetivo siempre fue modernizar la ciudad y al mismo tiempo satisfacer las necesidades de los residentes. Hoy la política ha cambiado: antes era desempleo y problemas de salud pública. Ahora son la ecología, las desigualdades sociales y los conflictos geopolíticos los que están en el centro de las preocupaciones. La política debe evolucionar con los tiempos.
Usted ha mencionado a menudo su amistad con Karim Bouamrane, alcalde de Saint-Ouen, que en su momento fue considerado Primer Ministro. ¿Cómo ha influido esta relación en tu forma de ver la política?
Karim es un amigo íntimo, pero nuestra relación va más allá de la amistad. Es una verdadera asociación política. Nos conocimos en 2011 y, muy rápidamente, tuvimos una visión común de la política: la del espíritu de equipo. En un equipo, cada uno tiene su papel que desempeñar. Nunca me sentí en las sombras. Siempre vi mi lugar en el equipo, como un jugador que ayuda a que las cosas sucedan, pero sin intentar brillar todo el tiempo.
Ahora que es senador, ¿qué temas son particularmente importantes para usted?
Mi trabajo en el Senado se centra sobre todo en las cuestiones de vivienda y de integración social. Son temas muy concretos que afectan a muchas personas.
¿Cómo ve el futuro de la política en Francia?
La política, para mí, no es una historia de poder. Se trata de trabajar juntos para mejorar la vida de las personas. El futuro pasa, ante todo, por un trabajo profundo, con soluciones prácticas para los desafíos del mañana. Lejos de las luchas de poder, debemos centrarnos en el bien común. La política debe ser una palanca para una sociedad más unida y más equitativa. Creo que podemos construir un futuro más justo, pero requiere un compromiso sincero y trabajo en equipo, ya sea en el Senado o en el terreno.
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