La guardería del pueblo de Vicq-sur-Breuil es curiosa y pintoresca. Cada año, al final de las celebraciones de la Natividad, los visitantes acuden a la iglesia del pueblo para admirar esta obra que tiene, por su forma, un pequeño toque provenzal. Sus orígenes son antiguos.
Fue esculpido por el zueco del pueblo hacia 1750. Incluye personajes de la sociedad del pueblo, pastores, carpinteros, deshollinadores, bordadores, vestidos a la moda de la época. Los disfraces son muy bonitos y todos originales.
Evidentemente, en la creación de este conjunto colaboraron costureras, virtuosos del hilado y otras manitas de la época.
Este belén es una obra maestra del arte popular inscrita, desde 1978, en el inventario de Monumentos Históricos como objeto. Está realizado íntegramente en madera y todos los personajes están vinculados a los habitantes de Vicq.
Salvado por la Revolución
El chabretaire, por ejemplo, representa a Claude-Agnès de Calignon, último señor de Vicq-sur-Breuilh, explica Christine de Neuville, historiadora y alcaldesa de la ciudad. Por milagro, este conjunto escapó de las llamas revolucionarias. Y por una buena razón. Cada una de las familias era responsable de su carácter y lo mantenía, lo vestía, lo protegía.
A medida que se acercaban las vacaciones de Navidad, los pastores fueron dejados en la iglesia donde se alojaban durante las festividades religiosas. Hoy hay 18 estatuillas.
Pero nadie puede decir si la guardería está completa o no.
Restaurado en Huriel en Allier
Con el paso de los años, los propietarios se quedaron dormidos con la esperanza de la vida eterna, abandonando su santon al párroco. ¿Pero lo hicieron todos? No es seguro.
Se cree que había más figuras, pero nadie las ha encontrado. Cuando la iglesia se vio privada de un sacerdote, el municipio acogió… a los pastores.
¡Sólo aquí está! El tiempo ha hecho su trabajo y desde hace varios meses las figuras se han ido marchitando. Era urgente intervenir. “En 2023 lanzamos una amplia campaña de restauración. Se renovaron las piezas de madera, se salvaron los tocados y la vestimenta. Fue Samuel Cherprenet, del taller de obra de arte de Huriel en Allier, a quien se le encomendó esta misión”, explica Victoire Cantet, del museo y jardín Cécile Sabourdy.
Las figuritas de la guardería de Vicq-sur-Breuilh parecen marionetas. La cabeza y las extremidades son de madera y el cuerpo con ensamblajes de paja. Dada su composición, no se pueden almacenar en cualquier lugar. Ciertos excesos de temperatura perjudicarían su estado de conservación.
Un espacio dedicado al Museo y al jardín
Por ahora, las estatuillas están expuestas en la iglesia. Al acercarse las fiestas navideñas retoman su actividad inicial, que consiste en honrar el nacimiento de Cristo.
Después de las vacaciones, y cuando finalicen las obras de renovación y ampliación del museo y del jardín de Cécile Sabourdy, las piezas clasificadas deberían exponerse durante todo el año en una vitrina dedicada.
Por ahora, el público puede descubrir o redescubrir a los personajes que dan la impresión de haber sufrido un cambio de imagen.
Jean-François Julien
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