A medida que crecía el fenómeno Titeuf, el artista adquirió esta mansión catalogada en 2008 por 13,2 millones de francos. Desde entonces ha realizado trabajos por valor de 5,3 millones. El precio de venta indicado por el corredor es de 25 millones. Según Léman Bleu, el propietario aceptaría vender el inmueble al Ayuntamiento por 22,05 millones.
Zep se dirigió primero al cantón, que rechazó la propuesta, considerando que sus necesidades por sí solas no justificarían la compra, pero que se dijo “abierto a colaborar con la ciudad de Ginebra en un programa de ocupación y asignación de locales”.
¿Qué hacer con eso?
Del lado de la ciudad, la iniciativa surgió de la concejala municipal (legislativa) Yasmine Menetrey, del MCG, vecina del barrio. Citada por la televisión local, afirma que “podemos realizar exposiciones allí, porque carecemos de locales en Ginebra. También podrían venir allí grandes artistas ginebrinos y exponer periódicamente sus obras. También podríamos construir un salón de té al fondo de la finca. El objetivo de mi proyecto es abrir el lugar al público, tanto el exterior como el interior de la villa.
Según Léman Bleu, el ejecutivo de la ciudad, el Consejo de Administración, aprobará el proyecto, y en el Consejo Municipal, la comisión competente debería abordarlo pronto, y la votación en el pleno podría tener lugar el 26 de noviembre. Sin embargo, hay voces que cuestionan este enfoque, especialmente en la UDC, que critica al Consejo de Administración por “no tener idea de lo que podría hacer con esta casa”.
Por su parte, Zep siempre ha asegurado que no abandonará Ginebra. La exposición que le acaban de dedicar en el castillo de Saint-Maurice, que se clausuró el domingo 17 de noviembre, atrajo a 20.820 personas, situándose entre el trío de mayor asistencia de estos ciclos después de Los Pitufos y Petzi.
Zep nos habla de sus principales influencias: “En mi chaqueta escribí “Gotlib ze best”.
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